Cautela de Shultz en sus primeros contactos con las autoridades judías

La primera toma de contacto entre las autoridades israelíes y el secretario norteamericano de Estado, George Shultz, celebrada ayer en Jerusalén, tuvo todas las apariencias de una ronda de obervación prudente y muy técnica. Shultz, que al parecer tiene autorización para hacer amplias ofertas a los israelíes, se entrevistó nada más llegar a Israel con el ministro de Asuntos Exteriores, Isaac Shamir, y más tarde con el primer ministro Menájem Beguin.

Según fuentes norteamericanas, los encuentros personales de Shultz pretenden lograr una familiarización del jefe de la diplomacia norteameri...

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La primera toma de contacto entre las autoridades israelíes y el secretario norteamericano de Estado, George Shultz, celebrada ayer en Jerusalén, tuvo todas las apariencias de una ronda de obervación prudente y muy técnica. Shultz, que al parecer tiene autorización para hacer amplias ofertas a los israelíes, se entrevistó nada más llegar a Israel con el ministro de Asuntos Exteriores, Isaac Shamir, y más tarde con el primer ministro Menájem Beguin.

Según fuentes norteamericanas, los encuentros personales de Shultz pretenden lograr una familiarización del jefe de la diplomacia norteamericana, que por primera vez viaja a la región, con las posiciones reales de los principales dirigentes israelíes. Shultz desea conocer, por separado y sin que sus posturas y exigencias sean deformadas por la presencia de consejeros, las reacciones de los estadistas a sus propuestas.Las propuestas que hay sobre la mesa no han sido reveladas, pero fuentes diplomáticas norteamericans han filtrado que Shultz tiene autorización de Ronald Regan para ofrecer planes muy atractivos a Beguin.

Si el Gobierno israelí renuncia al mantenimiento de su presencia militar en el sur de Líbano, ya sea directa o por medio del comandante libanés Saad Hadad, Washington estaría dispuesto a ofrecer

al Estado judío sólidas garantías de seguridad en su frontera norte.

Estas garantías, válidas por un período de 10 años, comportarían una inspección militar regular de toda la zona sur por unidades mixtas libano-norteamericanas, una presencia militar estadounidense muy nutrida (hasta de 2.000 hombres) en una franja de seguridad de 40-45 kilómetros de profundidad en el sur de Líbano y vuelos de inspección mixtos, israelo- norteamericanos, sobre esta zona.

El plan también contempla la firma por parte de Líbano de un tratado que ponga fin a la beligerancia entre los dos países. La normalización, que comprende la libre circulación de hombres y mercancías, se llevaría a cabo gradualmente, tras la retirada de todas las tropas extranjeras de Líbano.

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De concluirse un acuerdo tripartito según estas directrices, Estados Unidos levantaría el embargo sobre aviones y otro material de tecnología avanzada destinado a Israel, e incluso iniciaría el estudio de un tratado de asistencia mutua como contrapartida al que relaciona a Siria con la Unión Soviética

Habrá que ver cómo caen estas propuestas en Beguin y sus colaboradores, porque lo cierto e que una hora antes de que comenzara la entrevista Beguin-Shultz el dirigente israelí manifestó ante el Parlamento que el Estado he breo "no está dispuesto a hacer ninguna concesión" sobre la función del comandante Hadad.

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