Una estafa con más de 120 acusados

La detención en España del general Donato Lo Prete, jefe de Estado Mayor de la Guardia de Finanzas desde 1974 a 1978, ha causado una fuerte impresión en Italia, donde se alaba la actuación de la Policía española. Junto con el comandante general de mismo cuerpo, Rafael Giudice, hoy encarcelado, Lo Prete está acusado de ser el responsable de una gigantesca estafa petrolífera. Una trama que se extiende a 120 acusados de evadir más de 6.000 millones de pesetas y en la que se han hallado conexiones con el escándalo de la Logia masónica de Licio Gelli, la Propaganda Dos (P2), ya que fue en el ar...

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La detención en España del general Donato Lo Prete, jefe de Estado Mayor de la Guardia de Finanzas desde 1974 a 1978, ha causado una fuerte impresión en Italia, donde se alaba la actuación de la Policía española. Junto con el comandante general de mismo cuerpo, Rafael Giudice, hoy encarcelado, Lo Prete está acusado de ser el responsable de una gigantesca estafa petrolífera. Una trama que se extiende a 120 acusados de evadir más de 6.000 millones de pesetas y en la que se han hallado conexiones con el escándalo de la Logia masónica de Licio Gelli, la Propaganda Dos (P2), ya que fue en el archivo de Gelli donde se encontraron las pruebas para acusar al militar italiano. El escándalo del petróleo, fue uno de los mayores fraudes en la historia de Italia, con cifras que los observadores calculan por encima de los dos mil millones de dólares. Entre otros personajes implicados está, al parecer, uno de los hijos del ex presidente italiano Giovanni Leone, quien se vio obligado a dimitir cuando arreciaron las críticas por su supuesta relación con el caso.

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El escándalo ha salpicado también a la Iglesia, ya que el nombramiento del comandante general de Finanzas, Rafael Giudice, había sido solicitado por el vicario de Roma, cardenal Ugo Poletti, al entonces presidente del Consejo de Ministros, el democristiano Giulio Andreotti. El cardenal, ante las acusaciones de los jueces, primero negó y cuando se publicó una fotocopia de su carta a Andreotti confesó, subrayando que se había olvidado- "¡Son tantas las cartas de recomendación que escribe un cardenal cada año!".

Lo Prete se sirvió también de sus relaciones con la Iglesia para falsificar documentos aduaneros de forma que favoreciesen los iniereses petroleros y fuera posible acaparar grandes cantidades de crudo, que las firmas implicadas vendían a refinerías organizadas por ellos mismos.

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