Philip Habib se va de Líbano con las manos vacías

Philip Habib, enviado especial del presidente norteamericano, Ronald Reagan, en Oriente Próximo, partió ayer de Beirut con las manos vacías, tras diez días de conversaciones, sin conseguir su objetivo de desbloquear las negociaciones entre Líbano e Israel, informa France Presse. Al parecer, iba a entrevistarse, antes de regresar a Washington, con el ministro israelí de Exteriores, Isaac Shamir.Habib, según fuentes libanesas, no pudo superar las dos principales objeciones dé Tel Aviv a la firma de un acuerdo sobre la seguridad en el sur del país: el mantenimiento del Saad Hadad como comandante ...

Philip Habib, enviado especial del presidente norteamericano, Ronald Reagan, en Oriente Próximo, partió ayer de Beirut con las manos vacías, tras diez días de conversaciones, sin conseguir su objetivo de desbloquear las negociaciones entre Líbano e Israel, informa France Presse. Al parecer, iba a entrevistarse, antes de regresar a Washington, con el ministro israelí de Exteriores, Isaac Shamir.Habib, según fuentes libanesas, no pudo superar las dos principales objeciones dé Tel Aviv a la firma de un acuerdo sobre la seguridad en el sur del país: el mantenimiento del Saad Hadad como comandante de la región y la presencia militar israelí.

"Líbano corre el riesgo de caer en un círculo vicioso", dijo el primer ministro, Chafic al Wazan. "El señor Habib no nos ha traído nada de nuevo y Líbano está atado a posiciones de principio que no puede transgredir".

Por su parte, fuentes israelíes autorizadas insisten en que su país ha llegado al límite extremo de las concesiones que está en disposición de efectuar y que su Gobierno exige que la responsabilidad de la seguridad del sur de Líbano recaiga en Haddad, a Ia cabeza de sus milicias.

Mientras se conocía el rechazo de la misión de Philip Habib, fuentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) informaban a la agencia Efe en Beirut de que 364 familias palestinas y beduinas han sido'conminadas por desconocidos armados a abandonar sus hogares en el sur de Líbano bajo amenaza de muerte.