Éxito del paro de 48 horas convocado en Ecuador

En el primer día de huelga, Ecuador es un país totalmente paralizado: el paro ha sido convocado durante 48 horas, y a la convocatoria inicial del Frente Unido de Trabajadores (FUT), que agrupa a las tres principales centrales sindicales del país, se han unido la Federación Nacional de Chóferes y la Confederación Nacional de Transportistas, con lo que el transporte está totalmente suspendido.La huelga se realiza en protesta por las medidas económicas dictadas por el Gobierno el viernes último. Entre las medidas se contemplaba una devaluación del sucre (moneda nacional ecuatoriana) que alcanza l...

En el primer día de huelga, Ecuador es un país totalmente paralizado: el paro ha sido convocado durante 48 horas, y a la convocatoria inicial del Frente Unido de Trabajadores (FUT), que agrupa a las tres principales centrales sindicales del país, se han unido la Federación Nacional de Chóferes y la Confederación Nacional de Transportistas, con lo que el transporte está totalmente suspendido.La huelga se realiza en protesta por las medidas económicas dictadas por el Gobierno el viernes último. Entre las medidas se contemplaba una devaluación del sucre (moneda nacional ecuatoriana) que alcanza la paridad de 42 sucres por dólar, con minidevaluaciones diarias de cuatro centavos, subida de combustibles, alza del precio de la leche y otras. Además de los sectores laborales, se han adherido a la huelga prácticamente todos los sectores empresariales.

En pronunciamientos públicos se han sumado al paro la Cámara de Comercio de Quito y las Cámaras de la Producción, que agrupan a industriales y empresarios comerciales.

Diferentes sectores de opinión política se han pronunciado por la inconstitucionalidad de las medidas, ya que -según contempla la Constitución del Estado- éstas deben ser fijadas por el presidente de la República y no por la Junta Monetaria, como ha ocurrido en el presente caso.

Si el Tribunal de Garantías Constitucionales declara inconstitucional la promulgación de las medidas, el presidente podría ser sometido a un juicio político, todo ello en momentos en que se denuncia por parte del Gobierno la existencia de una llamada "industria de la conspiración", encaminada a derrocar el orden constitucional.

Las calles de Quito están desiertas, se suceden las manifestaciones -no muy numerosas, por cierto-, todas las tiendas están cerradas y la policía, hasta el momento, no ha intervenido.