Dos médicos de Vigo acusados de la muerte, por imprudencia, de un toxicómano
Los médicos Modesto Vázquez Noguerol y José Ramón López Vázquez han sido procesados por el juez de instrucción número 4 por un posible delito de imprudencia con resultado de muerte. Se ha decretado al mismo tiempo su prisión provisional, de la que podrán excusarse si constituyen fianza de 200.000 pesetas cada uno, y se ha fijado en cinco millones de pesetas la fianza conjunta y solidaria que habrán de prestar para garantizar las responsabilidades.
El pasado 22 de enero se encontraba internado en la clínica psiquiátrica El Pinar, de la que es propietario el doctor Vázquez Noguerol, Rafae...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Los médicos Modesto Vázquez Noguerol y José Ramón López Vázquez han sido procesados por el juez de instrucción número 4 por un posible delito de imprudencia con resultado de muerte. Se ha decretado al mismo tiempo su prisión provisional, de la que podrán excusarse si constituyen fianza de 200.000 pesetas cada uno, y se ha fijado en cinco millones de pesetas la fianza conjunta y solidaria que habrán de prestar para garantizar las responsabilidades.
El pasado 22 de enero se encontraba internado en la clínica psiquiátrica El Pinar, de la que es propietario el doctor Vázquez Noguerol, Rafael Blanco Méndez, sometido a un tratamiento de desintoxicación por toxicomanía grave a la heroína y otros fármacos.A última hora de la tarde regresó a la clínica, en la que se hallaba en régimen abierto, después de haber salido con su familia, y presentaba estado normal, pero horas más tarde, el vigilante nocturno, único miembro de la plantilla que se encontraba en la clínica, comprobó cómo Rafael Blanco había arrojado a un pinar próximo un frasco vacío de Dormileno y posteriormente penetró en la farmacia del centro y se apropió de dos envases de Rohinol, de uno de los cuales se pudo comprobar que faltaban ocho pastillas.
Siempre según el auto de procesamiento, el vigilante llamó al propietario de la clínica, quien le ordenó que llamara al médico de guardia.
El médico no acudió
Este, José Ramón López Vázquez, se limitó a ordenar que llamara a la familia del paciente para que se lo llevara de la clínica, sin encomendar ninguna prevención médica ni personarse en el establecimiento.A la mañana siguiente, la auxiliar de clínica de servicio comprobó la baja tensión del paciente y llamó al médico de guardia, que pudo comprobar un paro cardiaco.
A pesar de practicarle masaje al corazón, Rafael Banco falleció por intoxicación con barbitúricos.