TRIBUNALES

El fiscal pide 285 años de cárcel por el asalto con rehenes del banco Hispano Americano de Barcelona

El ministerio fiscal solicitó ayer un total de 285 años de prisión para José Luis López Baena, alias el Macarra, y Luis Miguel García Gabarre, alias el Chocolate, como responsables directos del atraco perpetrado el 27 de junio de 1979 contra la sucursal del Banco Hispano Americano de la calle Caspe, de Barcelona. Los asaltantes permanecieron veintiséis horas en el interior de la entidad, escudándose en siete empleados y cuatro clientes, que utilizaron como rehenes. Otras penas menores fueron solicitadas para Manuel Carretero Caldero, José Román Vega y José María Terres, que parti...

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El ministerio fiscal solicitó ayer un total de 285 años de prisión para José Luis López Baena, alias el Macarra, y Luis Miguel García Gabarre, alias el Chocolate, como responsables directos del atraco perpetrado el 27 de junio de 1979 contra la sucursal del Banco Hispano Americano de la calle Caspe, de Barcelona. Los asaltantes permanecieron veintiséis horas en el interior de la entidad, escudándose en siete empleados y cuatro clientes, que utilizaron como rehenes. Otras penas menores fueron solicitadas para Manuel Carretero Caldero, José Román Vega y José María Terres, que participaron en el hecho.A las 12.30 del mediodía de ayer se inició en la sección primera de lo penal de la Audiencia Provincial de Barcelona el juicio oral seguido contra los cinco presuntos implicados en el asalto al Banco Hispano Americano de la calle Caspe. En los pasillos del Palacio de Justicia se había augurado una larga vista oral. Sin embargo, contra todo pronóstico, el juicio finalizó dos horas más tarde.

En el juicio oral no se discutió en ningún momento la versión de los hechos. Lo máximo que se hizo es matizar la posición de los encubridores y despachar a los testigos con un "no hay preguntas". El único testigo que trenzó una declaración más o menos larga fue el letrado José Sainz Vila, que en el día de autos asumió, junto con el jefe de la Brigada Regional de la Policía Judicial, Ignacio García, el papel de rehén. Los dos acompañaron a el Macarra y a el Chocolate, en su última huida, mientras centenares de personas se agolpaban a la puerta del banco, después de una noche en vela. Fue una velada en la que participaron el gobernador civil de Barcelona, Encarna de noche y varias emisoras de radio.

Los abogados Wenceslao Tarragó y María Teresa Sánchez Concheiro, defensores de los dos principales encartados, dedicaron todos sus esfuerzos profesionales a intentar demostrar que desde un punto de vista estrictamente jurídico había que enfrentarse a un solo delito de detención ilegal, y no a trece delitos, como argumentó el ministerio fiscal. La letrada Sánchez Concheiro llevó hasta la sección de la Audiencia de Barcelona la reciente sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Burgos, al sentenciar el caso de los mineros de Crimidesa, en la que las retención ejercida contra cinco empleados de la empresa fue calificada por los magistrados como un solo delito de detención ilegal.

La letrada cerró su defensa con unas apasionadas palabras en las que reclamó un indulto particular para Luis Miguel García Gabarre.

Historias marginales

Al margen de todas las palabras y de todas las historias que ayer se explicaron en la sección primera de lo penal de la Audiencia de Barcelona, alguien recordó en los pasillos del Palacio de Justicia una serie de historias marginales que afluyeron a los juzgados raíz de las investigaciones realizadas en torno a aquel atraco. Se recordó que una de las pistolas localizadas en poder de los atracadores era un arma que había pertenecido a un inspector de la Jefatura Superior de Policía y que se le sustrajo después de haber mantenido relaciones con un curioso personaje apodado el Tarzanín.En el juicio oral de ayer no se habló de Tarzanín, ni de la pistola, ni del inspector, ni tampoco del sargento de la Guardia Civil Samuel Carrillo, que llevó a cabo las investigaciones y las detenciones.

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