El Gobierno reitera su intención de contener el déficit público

El Gobierno presentó ayer en el Pleno del Congreso de los Diputados el esperado cuadro macroeconómico para 1983. Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda, que dedicó una parte de su intervención a cuantificar la herencia económica dejada, expuso las previsiones de política económica, consistentes en mantener el déficit público en el 6,51 del producto interior bruto (idéntico porcentaje que en 1982), lograr un crecimiento del 2% (frente a un 1,3% en el ejercicio pasado), una inflación del 12% y un aumento de las disponibilidades líquidas de el 13%, con un entorno de dos puntos arriba y aba...

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El Gobierno presentó ayer en el Pleno del Congreso de los Diputados el esperado cuadro macroeconómico para 1983. Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda, que dedicó una parte de su intervención a cuantificar la herencia económica dejada, expuso las previsiones de política económica, consistentes en mantener el déficit público en el 6,51 del producto interior bruto (idéntico porcentaje que en 1982), lograr un crecimiento del 2% (frente a un 1,3% en el ejercicio pasado), una inflación del 12% y un aumento de las disponibilidades líquidas de el 13%, con un entorno de dos puntos arriba y abajo.

La falta de este cuadro macroeconómico había sido criticada por la patronal y el resto de los partidos políticos, hasta el punto de impedír en un primer momento el avance de la negociación colectiva para el año en curso entre los empresaros y las centrales sindicales.Todavía ayer, José Antonio Segurado, presidente de la CEIM y ex vicepresidente de la CEOE, realizaba el primer ataque global a la política económica socialista desde el 28-0, fundamentado "en la ausencia de definición de los grandes objetivos". La postura de Segurado no ha sido secundada hasta ahora por la mayoría de los dirigentes de la cúpula patronal, que han preferido respetar la tregua de los cien días antes de emitir una opinión compacta.

Boyer anunció que 1983 será un año muy malo para la economía española, especialmente en los tres primeros meses. Entre las medidas a aplicar destaca la elevación de la presión fiscal en un punto, que se conseguirá con una nueva escala en las retenciones del impuesto sobre la renta y con retoques en el impuesto sobre el tráfico de empresas y la recuperación de las rentas de los petróleos.

En el debate suscitado por el decreto-ley de medidas urgentes en materia presupuestaria, financiera y tributaría, el portavoz de la Minoría Catalana, Miquel Roca, preguntó la fecha de presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 1983. Boyer contestó que no se podía dar esa fecha "como no se puede adelantar la fecha en que se solucionará el problema del cáncer". El decreto-ley fue convalidado con los únicos votos a favor del PSOE (186), mientras que 107 diputados votaron en contra (los del Grupo Popular Minoría Catalana, UCD y PCE) y 6 se abstuvieron (entre ellos los dos del CDS).

Páginas 14 y 49

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