Catalana de Gas defiende la permanencia de sus instalaciones en el recinto urbano de Sevilla

La compañía Catalana de Gas y Electricidad, que atiende el suministro de gas a Sevilla, ha presentado un recurso de reposición, previo al contencioso administrativo, contra el acuerdo adoptado en pleno por el Ayuntamiento ordenando la clausura de aquellas instalaciones que, a su juicio, vienen funcionando sin licencia municipal y expresando su firme voluntad de trasladar el resto de las instalaciones a otro sector más alejado del casco urbano.

Catalana de Gas se encuentra ubicada a pocos metros de núcleos de viviendas de la barriada El Porvenir, donde se ha desarrollado de forma int...

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La compañía Catalana de Gas y Electricidad, que atiende el suministro de gas a Sevilla, ha presentado un recurso de reposición, previo al contencioso administrativo, contra el acuerdo adoptado en pleno por el Ayuntamiento ordenando la clausura de aquellas instalaciones que, a su juicio, vienen funcionando sin licencia municipal y expresando su firme voluntad de trasladar el resto de las instalaciones a otro sector más alejado del casco urbano.

Catalana de Gas se encuentra ubicada a pocos metros de núcleos de viviendas de la barriada El Porvenir, donde se ha desarrollado de forma intermitente un movimiento ciudadano de protesta, agudizado tras algunos accidentes ocurridos en los últimos años. Además, el ayuntamiento sostiene que en la última etapa de la vida de esta empresa se han realizado obras de instalación de tres depósitos de nafta con capacidad de medio millón de litros sin contar con la pertinente licencia municipal.

El pleno del Ayuntamiento celebrado el 29 de noviembre acordó, por unanimidad, proceder al cierre de estas instalaciones consideradas fraudulentas, (de hecho, se ha interpuesto recurso en la sala de lo contencioso sobre este tema) y hacer un estudio económico y solicitar apoyo del Ministerio de Industria para realizar el traslado de toda la factoría a un lugar más alejado de las zonas habitadas, ya que actualmente no se cumplen las distancias reglamentarias.

Dicho acuerdo es el que ha sido recurrido por la compañía. Según un portavoz de la misma, Catalana de Gas se instaló en su ubicación actual, en una antigua huerta, en 1912, en terrenos con una calificación urbanística que permitía tal uso, lo que obligaría en justicia a indemnizarla si se decreta su traslado al extrarradio.

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