Secuestrada en Buenos Aires la revista 'Humor'

El Gobierno militar argentino dispuso por decreto el secuestro de la última edición de la revista Humor, la de mayor difusión y venta en el país, que incluía en una de sus notas la reproducción del amenazante diálogo que mantuvo el ex juez Pedro Narvaiz con un general del Ejército.En los extensos considerandos del decreto el Gobierno señala como causa determinante "la evidente actividad disociadora que pretende llevar a cabo la revista, por lo cual resulta necesario evitar con su secuestro la consumación y popagación del propósito subyacente".

A pesar de la inmediata intervención polici...

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El Gobierno militar argentino dispuso por decreto el secuestro de la última edición de la revista Humor, la de mayor difusión y venta en el país, que incluía en una de sus notas la reproducción del amenazante diálogo que mantuvo el ex juez Pedro Narvaiz con un general del Ejército.En los extensos considerandos del decreto el Gobierno señala como causa determinante "la evidente actividad disociadora que pretende llevar a cabo la revista, por lo cual resulta necesario evitar con su secuestro la consumación y popagación del propósito subyacente".

A pesar de la inmediata intervención policial en los talleres impresores de la revista, algunos ejemplares fueron distribuidos anoche y se agotaron en los puestos de venta del centro de Buenos Aires. En la portada se ve una caricatura del general Nicolaides, comandante en jefe del Ejército, haciendo equilibrios sobre una patineta con la imagen de la justicia detrás. Los titulares eran: "La gorra y las urnas" y "La ley en patineta: a la justicia no le dan corte".

En el interior, bajo el título "La justicia condenada" revelaba el diálogo que habrían sostenido el, auditor del Ejército, general López Domínguez, con el dimitido juez Pedro Narvaiz, y en el que el militar le advertía que estaba yendo demasiado lejos en sus investigaciones.

Por su parte, el doctor Narvaiz, que renunció después de salir del país, volvió a reiterar en Río de Janeiro, donde reside en forma transitoria, que sufrió amenazas de muerte. "Siempre supuse que venían de esos grupos descontrolados integrados por civiles conchabados y algún personal militar al margen de sus tareas habituales, que todavía giran alrededor del servicio de inteligencia del Ejército del batallón 601. En las tres Fuerzas Armadas se formaron esos grupos como una táctica medio clandestina de la represión terrorista.

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