Albania: Enver Hoxa asegura que intentaron envenenarle

El máximo dirigente albanés, Enver Hoxa, en el nuevo tomo de sus memorias, titulado Los titoístas, denuncia que el ex primer ministro Mehmed Shehu, extrañamente suicidado el 18 de diciembre del año pasado, formaba parte de una banda de los cuatro que intentó envenenarlo. El general Mehmed Shehu, que fue oficial del Ejército republicano español durante la guerra civil; su esposa, Figret Shehu, hasta hace poco brillante directora de la escuela de cuadros del partido, y Fecor Shebu, sobrino de ambos, eran los componentes de un cuarteto asesino y espía.

En la inaudi...

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El máximo dirigente albanés, Enver Hoxa, en el nuevo tomo de sus memorias, titulado Los titoístas, denuncia que el ex primer ministro Mehmed Shehu, extrañamente suicidado el 18 de diciembre del año pasado, formaba parte de una banda de los cuatro que intentó envenenarlo. El general Mehmed Shehu, que fue oficial del Ejército republicano español durante la guerra civil; su esposa, Figret Shehu, hasta hace poco brillante directora de la escuela de cuadros del partido, y Fecor Shebu, sobrino de ambos, eran los componentes de un cuarteto asesino y espía.

En la inaudita versión de los hechos que Hoxa ofrece, Figret Shehu habría recibido en abril de 1981 el veneno para matar a Hoxa de manos de un agente yugoslavo de la UDB, de acuerdo con la CIA. La increíble historia del último compló de Mehmed Shehu ocupa unas cien páginas de las 650 que tiene este tomo.

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Se trata de un capítulo con algo de intrigas florentinas y mucho de certeza maniquea estalinista sobre el triunfo del bien sobre el mal, a juzgar de quienes han leído la versión albanesa del libro, que no será editado en lenguas extrajeras hasta la semana que viene.

Víctima de los tratados

El resto del libro abunda en la visión albanesa del conflicto con el reino de Serbia, primero; con el reino de los serbios, los croatas y los eslovenos, después, y con las Yugoslavias monárquica y socialista, más tarde, desde la creación del Estado albanés en 1912. Albania. es un Estado de contexto que se considera víctima de tratados internacionales como el de Londres y los que siguieron a la primera guerra mundial, que habrían dejado el 50% del pueblo al6anés como súbditos de otros Estados balcánicos (Grecia y Yugoslavia).Si bien Albania no plantea reivindicaciones territoriales, es el único país que no firmó la Carta de Helsinki y jurídicamente sigue en guerra de papeles con Grecia desde hace doce años, no obstante haber restablecido relacio nes diplomáticas con Atenas durante la dictadura de los coroneles. En este último tomo, Hoxa vuelve a desarrollar la tesis de que Tito intentó anexionarse buena parte de Albania, primero, a través de una federación balcánica liderada por Yugoslavia, el Estado más fuerte de los balcanes después de Turquía.

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Parece que Hoxa considera haber triunfado en vida sobre la banda albanesa de los cuatro, al contrario de los chinos, que tuvieron que verse con su cuarteto (también formado por una mujer y tres hombres) tras la muerte del líder carismático.

Mientra tanto, y entre turbulencias políticas, Hoxa camina hacia su 752 cumpleaños, con fotograrias que lo presentan envejecido, ya sin retoques. Tras la sucesión de Leónidas Breznev por Yuri Andropov, llegaron de la URSS ofertas de apoyo a Albania a través,de la Prensa oficial, rechazadas pocos días más tarde por el último estalinista no vergonzante del mundo.

Albania fue miembro del Pacto de Varsovia hasta 1968, y Yuri Andropov, que visitó Tirana hace unos dieciocho años, en tiempos de relativa amistad, parece interesado en renovarla. Por su parte, los norteamericanos están dado muestras de vivo interés en la Albania del anciano Hoxa, que el pasado 10 de noviembre les recordaba "a Estados Unidos que deje de jugar con los intereses de Albania".

Cuando, hace unas semanas, Caspar Weinberger estuvo en la ciudad litoral yugoslava de Dubrovnik, a menos de cien millas de Albania, parece haberse interesado por éste país, y su situación y perspectivas en el contexto balcánico.

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