Las jornadas de Gijón destacan el potencial económico de la protección al medio ambiental

La necesidad de introducir la protección del medio ambiente, generadora, además, de puestos de trabajo y de riqueza, como una nueva variante en la vida económica del país ha sido una de las conclusiones de las V Jornadas de Ecología y Política, organizadas en Gijón por el Centro de Estudios Socio-Ecológicos.

La conclusión general de estas jornadas apuesta por el avance en el estudio de los problemas que el industrialismo produce en el medio ambiente, pero no llega todavía a la proposición de alternativas concretas a determinadas actividades industriales de la importancia de la sider...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La necesidad de introducir la protección del medio ambiente, generadora, además, de puestos de trabajo y de riqueza, como una nueva variante en la vida económica del país ha sido una de las conclusiones de las V Jornadas de Ecología y Política, organizadas en Gijón por el Centro de Estudios Socio-Ecológicos.

La conclusión general de estas jornadas apuesta por el avance en el estudio de los problemas que el industrialismo produce en el medio ambiente, pero no llega todavía a la proposición de alternativas concretas a determinadas actividades industriales de la importancia de la siderúrgica.

La reflexión organizada sobre bases científicas de las relaciones entre el sistema industrial y la ecología está en España solamente en el inicio de un debate esclarecedor, ya muy avanzado en países como la República Federal de Alemania (RFA). En las jornadas se ha puesto de relieve y valorado el hecho de que ya existen medidas tecnológicas anticontaminantes, disponibles para la mayoría de los sectores industriales. También se analizó su aplicación incorrecta e insuficiente en nuestro país por falta de voluntad política para imponer su obligatoriedad. Los asistentes a estas jornadas consideran compatible la industrialización con el bienestar del medio ambiente, siempre que este último sea entendido, a su vez, como un factor de riqueza.

En cuanto a la guerra, fue analizada en el curso de estas jornadas desde la perspectiva de los negativos efectos que produce el aparato bélico en el medio ambiente y el riesgo global que supone para la propia supervivencia del planeta. La guerra genera beneficio económico pero no beneficio social, según otra de las conclusiones que llegaron a establecerse en las jornadas.

Archivado En