Cartas al director

No a la jornada partida

Con gran preocupación y desengaño leí la noticia publicada por suPasa a la página 10

Viene de la página 9

periódico en fecha reciente, relativa a una posible partición de la jornada laboral en la Administración pública. Sería una mala política que recién llegado el PSOE al poder se enajenase las simpatías de los funcionarios, muchos de los cuales le votamos de buena fe, creyendo en sus promesas de reformas. Esa medida no va a beneficiar a nadie. Creando frustraciones no se va a aumentar el rendimiento laboral, sino todo lo contrario. Creo que la jornada continua, a...

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Con gran preocupación y desengaño leí la noticia publicada por suPasa a la página 10

Viene de la página 9

periódico en fecha reciente, relativa a una posible partición de la jornada laboral en la Administración pública. Sería una mala política que recién llegado el PSOE al poder se enajenase las simpatías de los funcionarios, muchos de los cuales le votamos de buena fe, creyendo en sus promesas de reformas. Esa medida no va a beneficiar a nadie. Creando frustraciones no se va a aumentar el rendimiento laboral, sino todo lo contrario. Creo que la jornada continua, a pesar de la dureza que en ocasiones puede tener (de ocho a quince horas en algunos centros oficiales) es una conquista irrenunciable que permite al trabajador realizarse personalmente, estudiar, formarse o, simplemente, descansar toda la tarde. Con una jornada partida se perdería todo tipo de aliciente y el resultado sería que la jornada laboral comenzaría a primera hora de la mañana y terminaría muy avanzada la tarde, con la desventaja de que los que vivimos lejos del lugar de trabajo tendríamos, además, que comer de mala manera fuera de nuestros domicilios, con los consiguientes gastos, so pena de tener que recurrir cuatro veces al día a los transportes públicos. La igualdad no consiste en que los funcionarios y los demás trabajadores se encuentren en las mismas malas condiciones, sino que la empresa privada instaure unos horarios más racionales. Mucho me temo que la reforma administrativa sólo se limite a medidas de ese tipo de cara a la galería, camuflada además con una aparente subida de sueldos que sólo duraría unos meses. Si lo que se pretende es evitar el pluriempleo, creo que hay otras maneras de impedirlo que haciéndonos pagar a justos por pecadores, a pluriempleados y a quienes vivimos de un solo trabajo. /

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