Las libertades sindicales de los polacos, insistencia común de los países occidentales en la Conferencia de Madrid

La Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) reanudó ayer sus trabajos en Madrid con una sesión plenaria matinal en un tono anodino, a falta de las intervenciones de norteamericanos y soviéticos. Representantes de la OTAN y la CEE recordaron insistentemente la situación en Polonia, otra vez piedra de toque de la conferencia, y muy concretamente la necesidad de que todos los países firmantes del Acta de Helsinki respeten el derecho a la libre sindicación.

No obstante, quedaron bien patentes las posiciones enfrentadas de los países occidentales y de los miembros del Pacto...

La Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) reanudó ayer sus trabajos en Madrid con una sesión plenaria matinal en un tono anodino, a falta de las intervenciones de norteamericanos y soviéticos. Representantes de la OTAN y la CEE recordaron insistentemente la situación en Polonia, otra vez piedra de toque de la conferencia, y muy concretamente la necesidad de que todos los países firmantes del Acta de Helsinki respeten el derecho a la libre sindicación.

No obstante, quedaron bien patentes las posiciones enfrentadas de los países occidentales y de los miembros del Pacto de Varsovia sobre cuál debe ser el futuro de esta reunión. En nombre del bloque de países occidentales, la delegación danesaexpuso una serie de propuestas para,desarrollar las libertades civiles en base al Acta de Helsinki, teniendo presente la situación en Polonia; delegaciones eurorientales, por su parte, se refirieron a la necesidad de fortalecer el proceso de distensión y criticaron la actua ción de Estados Unidos en este foro internacional.El tono de esta primera reunión plenaria ha sido el de tanteo entre las posiciones e;ifrentadas de occidentales y aliados de la Unión Soviética.Daneses, noruegos, franceses, italianos, irlandeses y suecos, en sus respectivas intervenciones de ayer, se refirieron a la nueva situación creada en Polonia tras la ilegalización del sindicato Solidaridad. Sin embargo, los términos empleados motivaron que un representante diplomático polaco comentase su "optimismo" en esta primera reunión.Por su parte, entre las delegaciones del Este europeo, aparte la polaca -que insistió en argumentos utilizados en la fase previa-, fue la República Democrática Alemana (RDA) la que utilizó términos más críticos referidos al bloque oponente. "El que hable de Polonia", dijo su delegado, "fomenta la inquietud y crea problemas en este país". Esto significó para el jefe de la delegación española, Juan Luis Pan de Soraluce, una intervención "pintoresca", por cuanto la Conferencia de Madrid tiene como objetivo la discusión y el desarrollo de todos los aspectos relativos a la política de los países firmantes.

En un "polo opuesto", según declaración del propio embajador español, se circunseribió la posición húngara, muy de acuerdo con los cánones que los representantes de Budapest habían utilizado en la Pase previa. Los húngaros no hicieron mención a las injerencias internas de países occidentales 'en las sociedades eurorientales y tampoco emitieron ataques duros .contra la actuación de los países de Europa occidental.

El representante danés, Thomas Rechnagel, presentó, en nombre de los diez miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE) y países de la OTAN, una serie de enmiendas al documento neutral RM/39, divididas en dos categorías. Una primera sobre la protección de los.derechos humanos, entre los que destaca el derecho a la libre asociación sindical -evidente referencia a Solidaridad- y una segunda relativa a la potenciación de propuestas anteriores respecto a. la protección de las libertades individuales.

Después de un primer día de debate, en medios diplomáticos de países neutrales se habla ya de la eventualidad de la suspensión de la CSCE por uno o dos años.