El Gobierno británico, prevé un crecimiento del producto interior bruto del 1,5% para 1983

Una modesta ayuda a la industria y, por vez primera, un aumento nulo, en términos reales, del gasto público, con un mayor presupuesto de defensa, son las líneas maestras del paquete de medidas económicas presentado anteayer por el canciller del Exchequer británico, sir Geoffrey Howe. El Tesoro prevé, sin embargo, un crecimiento del paro en el año financiero 1983-1984 y un muy modesto aumento de la actividad económica, que llevará a un crecimiento del producto interior bruto de un 1,5%.

En lo que se viene a llamar el minipresupuesto de otoño, Howe reiteró su creencia de que la...

Una modesta ayuda a la industria y, por vez primera, un aumento nulo, en términos reales, del gasto público, con un mayor presupuesto de defensa, son las líneas maestras del paquete de medidas económicas presentado anteayer por el canciller del Exchequer británico, sir Geoffrey Howe. El Tesoro prevé, sin embargo, un crecimiento del paro en el año financiero 1983-1984 y un muy modesto aumento de la actividad económica, que llevará a un crecimiento del producto interior bruto de un 1,5%.

En lo que se viene a llamar el minipresupuesto de otoño, Howe reiteró su creencia de que la inflación seguiría en retroceso, situándose en un 5% a principios de 1983. El próximo año, según estos planes, el gasto público al canzará los 120.065 millones de libras (veinticuatro billones de pesetas).Esta es una cifra inferior a las previsiones anteriores y representa un 5% de crecimiento absoluto. Pero de hecho es un aumento nulo en términos reales, sí se tiene en cuenta el índice de inflación. El canciller defendió su política económica y según sus previsiones el gasto público bajará de un 45% a un 44% del Producto Interior Bruto. Esta es la primera vez que ocurre un hecho similar en el Reino Unido desde 1977.

La partida principal del presupuesto del próximo año seguirá siendo la de la Seguridad y Sanidad Social, que, incluyendo el coste del desempleo -más de tres millones de parados y aún más en camino-, supondrá un 40% del presupuesto nacional. El siguiente departamento en orden de gastos será el de Defensa.

El canciller ha aprobado un aumento de 622 millones de libras (124.000 millones de pesetas) para hacer frente al coste que ha supuesto la guerrá de las Malvinas y su defensa en el futuro. En tercer lugar, el Departamento de Educación, con un 10% del presupuesto, verá reducidos sus fondos en términos reales.

Si algunas partidas, como la de Defensa, han aumentado, esto ha sido posible a costa de otras que han disminuido. Los parados que cobran el seguro de desempleo tendrán ahora que pagar impuestos. Las pensiones, dada la caída de la inflación, también se verán reducidas.

El Gobierno Thatcher, a pesar de las privatizaciones del pasado y del futuro, no consigue reducir el gasto que suponen las industrias nacionalizadas, que se comerán 2.716 millones de libras en 1983-84, un 2,2% del presupuesto nacional.

El canciller se mostró confiado en los frutos que traerá su política monetaria. Los tipos de interés han bajado de un 16% el año pasado a un 9% en la actualidad. Howe consideró que se están cumpliendo los objetivos monetarios y que las necesidades crediticias del sector público no aumentarán en el presente año más allá de los 9.100 millones de libras (1,8 billones de pesetas) calculados en el presupuesto general presentado en marzo.

Esta situación permitirá al Gobierno de Margaret Thatcher aprobar algunas reducciones en los impuestos directos -probablemente del orden de un 2%de cara a las próximas elecciones generales. La contribución de empresas y empleados a la Seguridad Social aumentará con toda seguridad en un 0,25%, menos de lo que se esperaba.

La sobretasa especial que pagan las empresas, que fue introducida por los laboristas, disminuirá en un 1%. Esto, según el canciller, permitirá al sector privado ahorrar más de mil millones de libras (casi 200.000 millones de pesetas) el próximo año. Esta medida está en la dirección de lo que solicitaba la patronal británica, aunque ésta hubiera preferido la eliminación completa de la sobretasa. "Se tarta de medidas cosméticas", criticó Peter Shore, canciller laborista en la sombra.