TRIBUNALES

Primero de los 14 juicios contra 'Erik el belga' por robos en iglesias españolas

El ministerio fiscal de la Audiencia Provincial de Castellón ha solicitado, con carácter provisional, que se impongan dos años y cuatro meses de prisión a René Alphonse Vanden Bergue, conocido como Erik el belga, por un presunto delito de encubrimiento, supuestamente cometido en 1980, al comerciar con obras de arte robadas de la iglesia arciprestal de Morella. Este es el primero de los catorce sumarios instruidos contra Erik el belga que ha quedado concluido y pendiente de juicio oral.

En la madrugada del 23 de febrero de 1978, unos desconocidos forzaron las puertas de la catedral d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El ministerio fiscal de la Audiencia Provincial de Castellón ha solicitado, con carácter provisional, que se impongan dos años y cuatro meses de prisión a René Alphonse Vanden Bergue, conocido como Erik el belga, por un presunto delito de encubrimiento, supuestamente cometido en 1980, al comerciar con obras de arte robadas de la iglesia arciprestal de Morella. Este es el primero de los catorce sumarios instruidos contra Erik el belga que ha quedado concluido y pendiente de juicio oral.

En la madrugada del 23 de febrero de 1978, unos desconocidos forzaron las puertas de la catedral de Morella, penetraron en la sacristía, en el archivo y en el museo y se llevaron piezas valoradas en más de 25 millones de pesetas.En la larga lista de objetos sustraídos se alinean lienzos, cálices, copones, tablas, pergaminos, bulas, cartas y libros.

Dos años después, en enero de 1980, inspectores de policía detenían en una habitación del hotel Luna de Castelldefels, a pocos kilómetros de Barcelona, a René Alphonse Vanden Bergue. Se le acusaba de haber comerciado con obras de arte robadas en Morella, Jaca, Toro, Palencia, Navalmoral de la Mata, Betanzos, Burgos, Vilanova i la Geltrú, Tarragona, Carrión de los Condes y Pamplona.

Así pudieron ser recuperadas dos de las piezas sustraídas en Morella, iniciándose de esta manera la instrucción del sumario 153/81, que ahora ha quedado cerrado. El letrado Jordi Claret Andreu está ultimando ya la defensa. Cuando acabe esta preparación será, fijada la fecha del juicio oral.

Un hombre cansado

"Habíamos estado cenando en un restaurante del puerto de Vilanova i la Geltrú", narró Erik el belga en los interrogatorios, "y descubrí a los policías en una mesa cercana a la nuestra. Hubiese podido huir pero no tenía nada que temer. Además estaba cansado. Muy cansado. Cogí el coche y conduje por la autopista hasta Castelldefels. Me detuvieron aquella misma noche, cuando hacía pocos minutos que acababa de entrar en el hotel". René Alphonse Vanden Bergue, de 42 años de edad, casado, separado, y unido sentimentalmente a una veinteañera de Zaragoza, había dejado de huir y desde una silla de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona contestó a cada una de las preguntas que le hicieron los inspectores.

René recalcó una y otra vez que nada tenía que ver con las sustracciones, y que a lo sumo lo que había hecho era comerciar con las obras robadas.

"Nunca he robado en ningún sitio", continuó explicando, "lo que sí he hecho ha sido comerciar con obras de arte. Lo vengo haciendo desde hace unos cuatro años. En muchas ocasiones he comprado a los propios sacerdotes y sacristanes, en otros casos a gitano?.

Pocos días después de su detención, René Alphonse ingresaba en la enfermería de la cárcel Modelo de Barcelona, donde intentaría reponerse de su hígado maltrecho. En la soledad de su celda, tendría una sola obsesión: pintar. Durante meses se ha dedicado sólo a pintar y a preparar su defensa.

Recuperadas en Alemania

Cuando dentro de pocas semanas René Alphonse Vanden Bergue se siente en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Castellón, junto a él estará otro acusado, el súbdito alemán Erich Konrad Fraas, propietario de una tienda de antigüedades en Benidorm, situada en el kilómetro 125 de la carretera de Valencia. El fiscal solicita para este acusado seis años de prisión.Erich Konrad Fraas fue detenido pocos días después que Erik el belga. En su larga declaración policial, aseguró conocer a Erik desde hacía aproximadamente dos años. Juntos habían realizado los más variados negocios, relacionados con la compra y venta de arte. Fraas explicó que algunas de las piezas las había remitido a diferentes puntos de Europa, preferentemente a Holanda, Francia y Alemania.

Dos de las piezas robadas de Morella -dos códices y una tablilla del siglo XVI- pudieron ser recuperadas en el domicilio de un hermano de Erich Konrad Fraas, en la localidad de Fort Bay, en Baviera. Las otras piezas sustraídas de la catedral de Morella jamás han podido ser localizadas.

Diez meses después de las detenciones, la policía continúa sus investigaciones. Gran parte del patrimonio artístico sustraído aún no ha podido ser recuperado. Tampoco han podido ser .identificados los autores materiales de los robos.

En mayo de este mismo año, la corresponsal de EL PAIS en Bruselas se hacía eco de la desfachatez con que, a un kilómetro escaso de la embajada de España en aquella capital, se organizó una pequeña exposición con algunas de las obras recuperadas, a la banda de Eric 'el belga'.

Tras la detención del personaje, se produjeron reacciones sobre la responsabilidad que pudiera incumbir al Ministerio de Cultura y la propia Iglesia española, en el abandono total del patrimonio artístico que había permitido a la banda operar impunemente.

Archivado En