Díaz Merchán da la bienvenida a Juan Pablo II en nombre de la Iglesia española

Gabino Díaz Merchán, presidente de la Conferencia Episcopal, ha dado la bienvenida a Juan Pablo II, dispuesto a comenzar mañana su visita a España, "un sueño", dice, "acariciado durante siglos"."Somos un pueblo viejo", escribe Díaz Merchán, "curtido en mil lides y experimentados por mil vicisitudes en nuestra historia, pero no queremos envejecer en el espíritu. Hemos realizado grandes gestas iluminados por le fe, sostenidos por los valores del evangelio, del que hemos sido misioneros en todo el mundo". Pese a ese fervor cristiano, los españoles, añade el arzobispo de Oviedo, "nos hemos combati...

Gabino Díaz Merchán, presidente de la Conferencia Episcopal, ha dado la bienvenida a Juan Pablo II, dispuesto a comenzar mañana su visita a España, "un sueño", dice, "acariciado durante siglos"."Somos un pueblo viejo", escribe Díaz Merchán, "curtido en mil lides y experimentados por mil vicisitudes en nuestra historia, pero no queremos envejecer en el espíritu. Hemos realizado grandes gestas iluminados por le fe, sostenidos por los valores del evangelio, del que hemos sido misioneros en todo el mundo". Pese a ese fervor cristiano, los españoles, añade el arzobispo de Oviedo, "nos hemos combatido en luchas fratricidas y nos hemos roto en bandos contrapuestos".

Este viejo pueblo tiene, pues, que recorrer un largo camino a fin de "restaurar nuestras heridas, consolidar la paz, progresar en la justicia, vivir en suma el precepto evangélico del amor fraterno".

Luego sitúa las tareas actuales de la Iglesia católica en el contexto presente, "un momento crucial de nuestra historia", caracterizado por la presencia de un dinamismo social y político que busca formas de mayor participación ciudadana en la vida del país: "como Iglesia estamos intentando vivir el principio conciliar de la libertad religiosa, como corresponde a la naturaleza de la Iglesia y a la mayoría de edad de la ciudad secular y a la justa autonomía de la sociedad civil".

"España, la nación de vieja solera civil y religiosa vive ahora la experiencia de la renovación con la inseguridad a veces de un pueblo adolescente que estuviera estrenando su puesta de largo en la sociedad civil". Esta falta de experiencia produce fricciones "en puntos muy fundamentales de la convivencia". "En esta conyuntura llegais vos, santo Padre, como amigo y admirador de España, para convivir con nosotros".