EDUCACIÓN

Varias facultades de la Universidad Complutense, desbordadas por la demanda de matrículas

Varias facultades de la Universidad Complutense de Madrid se encuentran totalmente desbordadas por la demanda de matrícula, al tener que acoger a todos los estudiantes que no han obtenido plaza en Medicina, única autorizada legalmente para limitar el número de alumnos que pueden iniciar los estudios cada año. Tras admitir a 18.675 nuevos alumnos, la principal universidad madrileña se encuentra en estos momentos con dificultades para acomodar a cerca de trescientos alumnos, a los que no se les pueden ofertar plazas en los estudios elegidos por ellos.

El problema de la mayor parte de esto...

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Varias facultades de la Universidad Complutense de Madrid se encuentran totalmente desbordadas por la demanda de matrícula, al tener que acoger a todos los estudiantes que no han obtenido plaza en Medicina, única autorizada legalmente para limitar el número de alumnos que pueden iniciar los estudios cada año. Tras admitir a 18.675 nuevos alumnos, la principal universidad madrileña se encuentra en estos momentos con dificultades para acomodar a cerca de trescientos alumnos, a los que no se les pueden ofertar plazas en los estudios elegidos por ellos.

El problema de la mayor parte de estos trescientos alumnos puede ser resuelto si la Universidad de Alcalá de Henares brinda el número de plazas que se necesitan y los afectados por esta situación aceptan el tralado, según informó ayer a este periódico el vicerrector de Estudiantes, Juan Frías. "No obstante", precisó, "las cosas todavía se pueden complicar mucho más cuando se resuelvan los expedientes de los estudiantes que se acogieron al plazo extraordinario de preinscripción que abrimos en septiembre y que desbordó por completo todas nuestras previsiones iniciales".Convertido en el punto de mira de todas las quejas de los estudiantes que viven estos días la angustia de no saber si podrán realizar la carrera que han elegido, aunque sea en segundo o tercer lugar, el vicerrector de Estudiantes reconoce que el actual sistema de selectividad es absurdo.

"Los estudiantes", dice Juan Frías, "tienen toda la razón al quejarse de que el cursar una carrera u otra dependa de diferencias de una centésima de punto en la calificación de la selectividad, que, por otra parte, viene determinada por el expediente de todos los cursos del bachillerato y del COU". Esta circustancia explica seguramente el hecho de que cada año los centros de enseñanza media tiendan a elevar las calificaciones de sus alumnos para ayudarles a asegurar su acceso a los estudios universitarios. Según el vicerrector Frías, los institutos empiezan a imitar a los colegios privados, cuyo criterio calificador ha sido tradicionalmente más generoso que el de los centros públicos.

Por lo que respecta a las pruebas de selectividad, el mismo vicerrector apunta la falta de criterios objetivos en la calificación de los exámenes, puesta de manifiesto en los resultados tan diferentes que se producen a veces entre unos tribunales y otros. Asimismo, y esta es una queja tradicional en todos y cada uno de los centros universitarios, las pruebas actuales no sirven para intuir mínimamente la capacidad de un alumno para cursar una carrera determinada. Este es precisamente el gran problema de Bellas Artes, del que nos ocupamos en otro lugar de estas mismas páginas.

La aparente contradicción entre esta comprensiva actitud del actual equipo rector de la Complutense y las medidas de selectividad ilegal que se ve obligado a poner en práctica, se explica, según el profesor Frias, por la absoluta incapacidad en que se encuentran determinados centros para atender toda la demanda de matrícula, que, en contra de todas las previsiones, continúa aumentando. De hecho, cualquier alumno que haya, aprobado la selectividad y que sea rechazado en una facultad distinta de la de Medicina está en condiciones de exigir una plaza, mediante el oportuno recurso de reposición ante el Ministerio de Educación y Ciencia, que suele fallar favorablemente cuantos se presentan.

El principal problema se produce en los centros en los que se imparten enseñanzas afines a las de Medicina, debido a la singular legislación actual. Como casi todo el mundo sabe ya, los estudiantes que no consiguen ingresar en Medicina, tienen reservado un cupo de plazas en esta facultad para el curso siguiente si consiguen aprobar entre junio y septiembre todas las asignaturas de otra carrera. Esto es lo que explica, como ya antes se dijo, que una centésima de punto no sólo determine la carrera que se puede hacer sino también su duración.Este problema afecta fundamentalmente a las facultades de Biológicas, Farmacia, Veterinaria y Químicas.

Hasta ahora, prácticamente todos los alumnos que aceptaban esta penosa fórmula para acceder a los estudios de Medicina conseguían la plaza después de aprobar todas las asignaturas del primer curso de otra carrera, pero este año son 340 los alumnos que cumplen con este requisito y sólo 200 las plazas de que se dispone para ellos, lo que contribuye a a acentuar las dificultades de la Complutense.

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