La CEE plantea a Estados Unidos un código para regularlas relaciones comerciales con la URSS

Los diez países de la Comunidad Económica Europea (CEE) -y no sólo los cuatro afectados directamente por el embargo norteamericano contra el gasoducto soviético- están dispuestos a discutir con Washington un código de conducta que regule las relaciones comerciales de Europa con la Unión Soviética. Este acuerdo fue adoptado ayer por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, reunido en Luxemburgo.

Según este acuerdo, el presidente de la Comisión Europea y el presidente de turno del Consejo de Ministros -en este caso, el ministro danés- participarán en las negociaciones pa...

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Los diez países de la Comunidad Económica Europea (CEE) -y no sólo los cuatro afectados directamente por el embargo norteamericano contra el gasoducto soviético- están dispuestos a discutir con Washington un código de conducta que regule las relaciones comerciales de Europa con la Unión Soviética. Este acuerdo fue adoptado ayer por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, reunido en Luxemburgo.

Según este acuerdo, el presidente de la Comisión Europea y el presidente de turno del Consejo de Ministros -en este caso, el ministro danés- participarán en las negociaciones para preparar dicho código junto a los representantes de los siete países más industriales: Estados Unidos, Japón, Canadá, República Federal de Alemania (RFA), Francia, Italia y Reino Unido.Esta decisión supone dar un carácter comunitario a un problema que afectaba hasta ahora a sólo cuatro países de la CEE: los cuatro que proporcionan materiales a la Unión Soviética para la construcción del gasoducto y los que han sufrido las sanciones impuestas por Estados Unidos (RFA, Francia, Italia y Reino Unido). El presidente del consejo, el danés Uffe Ellemann-Jensen, abrió ayer la discusión a diez sobre las peticiones norteamericanas a fin de que se vaya configurando una posición única de Europa.

El presidente de la comisión, Gaston Thorn, se declaró optimista sobre la posibilidad de llegar a compromisos dentro del grupo de trabajo de los siete, más comisión y consejo CEE, y aludió a la mayor flexibilidad demostrada por Francia, que hasta ahora se había opuesto a discutir siquiera dicho código de conducta. El ministro belga, Leo Tindemans, precisó, por su parte, que esta posibilidad de discusión a varias bandas había sido ya estudiada en la reciente reunión informal de la OTAN, en Canadá, mientras que el ministro italiano se refería a "una menor rigidez por parte de Estados Unidos".

Las primeras propuestas del secretario de Estado norteamericano, George Shultz, han sido objeto, en esta primera reunión de la CEE, de un ligero análisis, sin tomas de posición concretas. Según fuentes diplomáticas, las negociaciones se prolongarán durante varios meses, de forma que el código de conducta podría ser presentado en la próxima cumbre de países industrializados, si todo se desarrolla bien.

La reunión del GATT

El acuerdo de los diez de negociar con Estados Unidos sus relaciones comerciales con la Unión Soviética, a cambio de la supresión de las sanciones y de una mejora sustancial del clima entre los dos bloques aliados, era interpretado en medios diplomáticos como un esfuerzo europeo cara también a la difícil negociación prevista en la reunión ministerial del GATT, a finales de noviembre. Para despejar el camino se firmó hace escasamente quince días la paz siderúrgica y ahora se acepta discutir las propuestas de Washington sobre un tema -las relaciones económicas Este-Oeste- que es vital para Europa.

Los ministros de Asuntos Exteriores de los diez han iniciado también los debates sobre la posición común que debe presentar la CEE en Ginebra; pero, por el momento, son mayores las diferencias internas que los acuerdos. La principal sorpresa la ha constituido una declaración explosiva del ministro francés de Comercio, Michel Jobert, quien se ha negado a discutir el proyecto conciliador propuesto por la comisión europea y ha atacado directamente el librecambismo. Las épocas han cambiado, dijo Jobert, y ahora ya no se trata de mantener las ideas de los años sesenta.

La sesión ministerial del GATT -la primera desde 1973- se plantea, pues, con malos augurios. La CEE hubiera querido evitarla, pero Estados Unidos la ha impuesto y mantiene, por el momento, una estrategia de acorralar a la Comunidad.

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