El PSOE apoya los planteamientos de la industria frente a Telefónica

Las viejas pugnas entre la industria privada y la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) en el seno de la comisión redactora del Plan Electrónico Nacional, que mañana vuelve a reunirse y que no terminará su cometido hasta finales de año, pueden volver a encresparse en las próximas semanas. Pese a los esfuerzos del presidente de la comisión y presidente del Banco de Bilbao, José Angel Sánchez Asiaín, para que el Plan Electrónico Nacional no se convierta en tema de controversia electoral, la inminente difusión del programa de gobierno del PSOE en los campos de la electrónica y la informát...

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Las viejas pugnas entre la industria privada y la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) en el seno de la comisión redactora del Plan Electrónico Nacional, que mañana vuelve a reunirse y que no terminará su cometido hasta finales de año, pueden volver a encresparse en las próximas semanas. Pese a los esfuerzos del presidente de la comisión y presidente del Banco de Bilbao, José Angel Sánchez Asiaín, para que el Plan Electrónico Nacional no se convierta en tema de controversia electoral, la inminente difusión del programa de gobierno del PSOE en los campos de la electrónica y la informática -que coincide en muchos aspectos con la postura de la industria- va a reavivar la polémica con la CTNE.

La urgencia del ministro de Industria y Energía, Ignacio Bayón, para que la comisión le facilitase un documento de acuerdos de principio que le permitiese comparecer ante la Prensa y cumplir el autoemplazamiento público que a este fin realizó a principios de enero, con motivo de la presentación de la misma, había relegado y silenciado en los últimos meses las diferencias internas. Los temas más controvertidos, como las telecomunicaciones, fueron aplazados y se enfocaron los trabajos hacia campos menos polémicos (compras públicas; investigación y desarrollo; normalización y homologación, y comercio exterior) que permitieran atender los deseos del ministro. Esta política y un riguroso calendario, junto a los criterios de reflejar las distintas posiciones donde no se diera el consenso, facilitó la discreción que ha rodeado a la comisión en los últimos meses.La CTNE, por su parte, deseosa de dejar de ¡aparecer en la Prensa tras el atentado de la central de Ríos Rosas, continuó trabajando en silencio en su propio plan estratégico, que algunos temen pueda hacerse público al margen de la comisión redactora del Plan Electrónico y con antelación al 28 de octubre. Los socialistas, según su programa, se oponen tajantemente a la liberalización de los nuevos servicios de transmisión, como pretende Telefónica. La Red Especial de Transmisión de Datos, según el PSOE, debe continuar en manos de la Telefónica, aunque se facilite su uso mediante alquiler.

Los socialistas, que piensan hacer uso del papel del Estado como mayor accionista minoritario de la CTNE para mejorar el servicio y potenciar el desarrollo de la industria, discrepan igualmente de las propuestas actuales de los dirigentes de la Telefónica en cuanto a la planificación del sector electrónico desde la oferta, y coinciden en parte con los planteamientos de la industria.

Esta coincidencia entre los socialistas y la industria privada en alguno de los puntos en litigio con Telefónica, y la presencia del presidente de esta compañía en la lucha electoral bajo las siglas de UCD, pueden volver a sacar a la luz las viejas diferencias entre la CTNE, que absorbe el 80% de la demanda del sector y controla un importante grupo de empresas de fabricación, y las industrias electrónicas privadas.

El programa socialista, por otra parte, apuesta decididamente por la microelectrónica.

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