La CNT y las elecciones

Para no perder la costumbre, según se desprende de un comunicado, la CNT de Cataluña anuncia que va a boicotear con todos los medios a su alcance las próximas elecciones generales.Con todo mi respeto a sus ideas, he de manifestar que esto es un craso error y un mal proceder, ya que de rechazo se distorsiona la democracia. Por esta razón, a los denominados sindicalistas libertarios poco debe de importarles la libertad del pueblo español, y para corroborar este aserto voy a presentar las siguientes consideraciones:

Se ha de tener en cuenta que en los comicios de año 1933 se sacaron de la ...

Para no perder la costumbre, según se desprende de un comunicado, la CNT de Cataluña anuncia que va a boicotear con todos los medios a su alcance las próximas elecciones generales.Con todo mi respeto a sus ideas, he de manifestar que esto es un craso error y un mal proceder, ya que de rechazo se distorsiona la democracia. Por esta razón, a los denominados sindicalistas libertarios poco debe de importarles la libertad del pueblo español, y para corroborar este aserto voy a presentar las siguientes consideraciones:

Se ha de tener en cuenta que en los comicios de año 1933 se sacaron de la manga la consigna de Obreros, no votar; en aquella época, la Confederación tenía muchos afiliados, los cuales siguieron estas directrices y el resultado fue fatal, ya que los obreros no votaron, aun a sabiendas del riesgo que suponía: que los adeptos del bloque ultra-tradicionalista-conservador votarían masivamente; por cuyo motivo, los verdaderos representantes democráticos no salieron elegidos, pero sí los reaccionarios, que fueron,bien representados.

Aprovechando esta circunstancia, durante aquellos dos años que duró el tan conocido bienio negro, los nacionalistas encubiertos y con el apoyo del fascismo internacional, tuvieron tiempo más que suficiente para prepararse y así hacernos la guerra en el año 1936, después de que ganaran limpiamente las elecciones los partidos de izquierdas, en las que también participaron los an arco sindicalistas, pero de nada nos valió, porque el mal estaba hecho y sus consecuencias fueron irreversibles.

Tuve la fatalidad de vivir intensamente aquellos desgracidos acontecimientos, por ello puedo

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