El Gobierno andaluz exige el cierre del 'camping' La Estrella de Mazagón

El Gobierno andaluz ha exigido el cierre inmediato del camping La Estrella de Mazagón, ubicado en el término municipal de Palos de la Frontera (Huelva), donde el pasado 15 de agosto se produjo un desprendimiento de tierras que tostó la vida a una persona y provocó heridas de escasa consideración a otros acampados. El informe elaborado por la consejería de Comercio, Transporte y Turismo, asegura que el establecimiento se encuentra en situación de completa ilegalidad, pese a lo cual no se ha adoptado ninguna medida. Asimismo, se asegura que en la región hay, actualmente, más de 180.000 campistas...

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El Gobierno andaluz ha exigido el cierre inmediato del camping La Estrella de Mazagón, ubicado en el término municipal de Palos de la Frontera (Huelva), donde el pasado 15 de agosto se produjo un desprendimiento de tierras que tostó la vida a una persona y provocó heridas de escasa consideración a otros acampados. El informe elaborado por la consejería de Comercio, Transporte y Turismo, asegura que el establecimiento se encuentra en situación de completa ilegalidad, pese a lo cual no se ha adoptado ninguna medida. Asimismo, se asegura que en la región hay, actualmente, más de 180.000 campistas ilegales.

A propuesta del consejero Juan Manuel Castillo, el gabinete autónomo acordó, asimismo, denunciar ante la delegación del Gobierno en Andalucía las irregularidades cometidas por el gobernador civil de Huelva, "con autorizaciones nulas y permisos de acampada que no reúnen los requisitos de autorización administrativa, que tiene transferida esta junta para la apertura de campings".Según el informe elaborado por la consejería, la zona de acampada denominada La Estrella, en las playas de Mazagón, se encuentra en situación de completa ilegalidad, sin que por parte del Gobierno Civil onubense ni de las fuerzas a su mando se haya adoptado medida alguna en. su contra. Es de destacar que dos semanas después del trágico accidente el camping continúa funcionando. Este mismo verano se han abierto al público otros dos campamentos en la provincia de Huelva, Doñana y Rocío playa (a la inauguración del primero asistió el propio gobernador civil), en las mismas condiciones de ilegalidad.

De acuerdo con la inspección ordenada por la Junta de Andalucía, el camping presenta deficiencias e irregularidades en su acceso, cerramiento, alumbrado y agua potable. No existen sistemas de depuración de las aguas residuales, que se vierten a pozos ciegos repartidos por todo el campamento, ni de extinción de incendios. Incluso en el caso de que estos servicios fuesen mejorados -concluyen los técnicos-, el camping La Estrella no podría conseguir autorización en base a la reglamentación actualmente vigente, ya que el terreno en el que se asienta no reúne los requsitos de seguridad exigidos, sin que haya desaparecido el riesgo de inundaciones y movimientos de tierras.

Sin perjuicio de las responsabilidades de carácter penal, el consejo de gobierno andaluz decidió también agilizar los trámites del expediente sancionador incoado a la propiedad del camping, a la que se impondrá la máxima multa permitida por la ley, y estudiar las presuntas responsabilidades administrativas en que habrían incurrido el Ayuntamiento de Palos de la Frontera y la mancomunidad de -municipios costeros en la concesión de terrenos y licencias para construir.

180.000 acampados de forma ilegal en Andalucía

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El trágico suceso de Palos, por otra parte, ha dado origen a un informe más genérico de la Junta de Andalucía, según el cual son más de 180.000 las personas que cada verano acampan de forma irregular en territorio andaluz, frente a las 20.000 plazas de que disponen los 52 campings autorizados en la región. Más del 80% de estos acampados illegales se concentran en la provincia de Málaga, siendo también notable, aunque muy inferior, el número de los que se asientan en Huelva y Cádiz. Se trata en su mayoría de familias modestas que pasan su veraneo en condiciones precarias, en especial en lo que se refiere a higiene. Hay que recordar que el año pasado las autoridades ordenaron y llevaron a efecto la destrucción en Matalascañas de un gran poblado de casamatas de madera y chapa, utilizado por muchas familias sevillanas para este tipo de veraneo.

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