Cartas al director

El PCPV-PCE y la cultura

Recientemente, los diputados provinciales de UCD y PCE de Valencia votaron en contra de ampliar la subvención a la institución Alfons el Magnànim. Paralizaron así buena parte de los proyectos en curso de una entidad que desde su remodelación, tras las elecciones locales de 1979, viene realizando un trabajo cultural muy digno y, en muchos aspectos, ejemplar.A los valencianos ya no puede sorprendemos nada de una UCD dispuesta a perseguir fantasmas catalanistas hasta debajo de las piedras. No parece, en cambio, que paralizar la edición de la Obra completa de Juan Gil-Albert o de los textos...

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Recientemente, los diputados provinciales de UCD y PCE de Valencia votaron en contra de ampliar la subvención a la institución Alfons el Magnànim. Paralizaron así buena parte de los proyectos en curso de una entidad que desde su remodelación, tras las elecciones locales de 1979, viene realizando un trabajo cultural muy digno y, en muchos aspectos, ejemplar.A los valencianos ya no puede sorprendemos nada de una UCD dispuesta a perseguir fantasmas catalanistas hasta debajo de las piedras. No parece, en cambio, que paralizar la edición de la Obra completa de Juan Gil-Albert o de los textos necesarios para la enseñanza en las escuelas de la lengua del País Valenciano sean objetivos propios de una política cultural comunista.

Quizá ya no es tiempo para aquello de la alianza de las fuerzas del trabajo y de la cultura, pero, la verdad, los dirigentes valencianos del PCE están superando dicha consigna de forma harto peculiar.

Según creo, se ha alegado la necesidad de una política de austeridad. No lo discuto, Pero tal vez conviene recordar que la subvención denegada era de 35 millones de pesetas (en una Diputación cuyo presupuesto -si no me equivoco- supera largamente los 5.000 millones). /

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