Israel acepta, con condiciones, la evacuación de los palestinos de Beirut occidental

El fin de la crisis de Líbano, después del cerco de dos meses de la capital, parecía muy próximo, una vez que el Gobierno israelí aprobara ayer el plan norteamericano de paz para Beirut oeste, que incluye la evacuación de los combatientes palestinos, pero con la inclusión de tres condiciones: Israel desea saber qué países árabes recibirán a los palestinos; tener una lista numérica de los combatientes acogidos por cada país para verificar el total abandono palestino, de la capital; y, finalmente, que 121 fuerza internacional de pacificación tome posiciones cuando los fedayin hayan abandonado Be...

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El fin de la crisis de Líbano, después del cerco de dos meses de la capital, parecía muy próximo, una vez que el Gobierno israelí aprobara ayer el plan norteamericano de paz para Beirut oeste, que incluye la evacuación de los combatientes palestinos, pero con la inclusión de tres condiciones: Israel desea saber qué países árabes recibirán a los palestinos; tener una lista numérica de los combatientes acogidos por cada país para verificar el total abandono palestino, de la capital; y, finalmente, que 121 fuerza internacional de pacificación tome posiciones cuando los fedayin hayan abandonado Beirut.

Un portavoz israelí expresé su deseo de que no fuera necesaria una acción de castigo para obligar a los palestinos a retirarse de la capital libanesa. El líder de la oposición laborista, Shimon Peres, declaró tras una entrevista con el presidente Ronald Reagan en Washington, que "la solución pacífica al problema de Beirut está cercana"El plan elaborado por Philip Habib para la evacuación de los combatientes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que debe ser firmado por su presidente, Yasir Arafat, prevé una salida gradual en quince días de 9.000 fedayin, incluida su dirección política.

Un primer contingente palestino de 2.000 hombres abandonará Beirut próximamente en buques mercantes hacia el puerto jordano de Akaba, vía canal de Suez, o quizá hacia Tunicia, según ofreció en la noche de ayer el presidente tunecino, Habib Burguiba. Otro grupo lo hará por carretera hacia Damasco, simultáneamente con los soldados sirios.

Estas operaciones se realizarán bajo la supervisión de la fuerza internacional de pacificación, integrada por ochocientos soldados norteamericanos, otros tantos franceses y quinientos italianos, apoyados por 3.000 soldados del Ejército regular libanés.

En este clima de optimismo, la población del sector occidental de la capital libanesa se lanzó ayer a la calle. Ni siquiera los cohetes e incursiones aéreas de ayer contra los campos palestinos, que causaron 12 muertos y 37 heridos en Beirut oeste, mientras que dos soldados israelíes perdían la vida al pasar su vehículo sobre una mina en la zona este de la capital libanesa, parecieron inmutar a la población, deseosa de volver a la normalidad, según sus declaraciones a nuestro enviado Ignacio Cembrero.

En relación con los países árabes que acogerán a la fuerza palestina, los nombres que se barajan en Beirut son: Jordania, Irak, Egipto y Siria. Los dos primeros países han accedido, El Cairo ha puesto serias condiciones a Washington para admitir a los guerrilleros palestinos y Damasco aceptó a última hora de ayer. También, los dos Yemen, y Tunicia se han declarado dispuestos a recibir a los guerrilleros. Por otra parte, el Gobierno libanés solicitó ayer la suspensión "indefinida" de una reunión de alto nivel de la Liga Arabe que iba a tener lugar, con carácter de urgencia, en la localidad marroquí de Fez con objeto de discutir la crisis de Líbano.

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