Pilotos: huelgas y títulos

Algunos pilotos de líneas aéreas mediante acciones de presión y huelgas de celo reivindican un título superior, incluso hasta el nivel de doctor. Pretenden obtener rango universitario, pero sin pasar por la universidad, ya que los tres cursos que deben superar los completan en un centro que no depende del Ministerio de Educación (la ENA).Los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáticos sospechamos que las pretensiones de este grupo de pilotos están encaminadas a copar altos cargos de dirección en organismos aeronáuticos (tales como la Subsecretaría de Aviación civil). Estos...

Algunos pilotos de líneas aéreas mediante acciones de presión y huelgas de celo reivindican un título superior, incluso hasta el nivel de doctor. Pretenden obtener rango universitario, pero sin pasar por la universidad, ya que los tres cursos que deben superar los completan en un centro que no depende del Ministerio de Educación (la ENA).Los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáticos sospechamos que las pretensiones de este grupo de pilotos están encaminadas a copar altos cargos de dirección en organismos aeronáuticos (tales como la Subsecretaría de Aviación civil). Estos puestos están actualmente reservados a titulados superiores, principalmente, ingenieros aeronáuticos, que han recibido formación especializada y cuya tasa de desempleo es ya elevada. Es preocupante, asimismo, el confusionismo profesional que pretenden, pues el título que reivindican es el de licenciados y doctores en Aeronáutica Civil, olvidando mencionar que su formación es la de pilotos. Todos conocemos el alto grado de formación y rsponsabilidad que poseen los pilotos, sin embargo, no está justificado reivindicar un título universitario por la vía de la amenaza y de la huelga, máxime cuando la propuesta ya ha sido estudiada y desestimada por la universidad española. Sería penoso contemplar cómo un grupo de presión, con fuerte base económica, pudiera mediante amenazas hacer olvidar la opinión de la universidad, la cual quedó suficientemente clara en el Consejo de Rectores del pasado mes de mayo.

Es importante señalar que en ningún país del mundo los pilotos tienen categoría universitaria. Sin embargo, si los pilotos españoles quieren ser diferentes, nos parece lícito que consigan su licenciatura, pero que lo hagan limpiamente, desde la universidad, mediante cursos de adaptación. De este modo nuestra flota volaría con las tripulaciones más cultas del mundo. /