Finaliza en San Sebastián la carrera popular a favor del eusquera

El testigo tallado en madera por, el escultor Remigio Mendiburu llegó ayer a San Sebastián, meta final de la korrika 2, después de haber pasado por miles de manos en una carrera que ha recorrido más de 1.800 kilómetros. La segunda edición de la korrika, carrera de relevos organizada para recaudar fondos para la enseñanza del eusquera y promocionar la presencia de esta lengua, ha viajado durante nueve días por Navarra y el País Vasco, a través de una cadena de atletas compuesta por gente de toda condición.La desconvocatoria expresa del Partido Nacionalista Vasco, que se ha sentido...

El testigo tallado en madera por, el escultor Remigio Mendiburu llegó ayer a San Sebastián, meta final de la korrika 2, después de haber pasado por miles de manos en una carrera que ha recorrido más de 1.800 kilómetros. La segunda edición de la korrika, carrera de relevos organizada para recaudar fondos para la enseñanza del eusquera y promocionar la presencia de esta lengua, ha viajado durante nueve días por Navarra y el País Vasco, a través de una cadena de atletas compuesta por gente de toda condición.La desconvocatoria expresa del Partido Nacionalista Vasco, que se ha sentido atacado por la campaña de publicidad lanzada por los organizadores de la carrera, no ha privado a ésta, sin embargo, del colorido y carácter festivo que alcanzó también la edición anterior. Las principales diferencias se han producido en los municipios con mayoría del PNV, en que la korrika no ha contado con la colaboración de los servicios municipales ni el apoyo económico.

Desde que el historiador navarro Jimeno Jurio cogiera el testigo el día 22 de este mes en Pamplona, la carrera no se ha dado un respiro y ha atravesado sin problemas los controles policiales, abundantes estos días en las carreteras de la zona, en un esfuerzo colectivo extraordinario.

La korrika llegó ayer finalmente a San Sebastián, donde fue recibida por unas cinco mil personas. Los organizadores de la carrera leyeron la carta que contenía el testigo y que fue escrita por Ricardo Arregui, el fundador del organismo para euskaldunización AEK, en la que se pide a la población que se esfuerce por conservar la lengua. Algunos grupos acogieron el paso de la carrera por las calles de San Sebastián con gritos de independencia y vivas a ETA Militar, pero no se produjeron mayores incidentes.