El desembarco en las islas Malvinas

5 barcos, 2 aviones propios y 19 aparatos enemigos, según Londres 5 barcos, 2 aparatos británicos y 6 aviones propios, según Argentina

Con expectación en Londres, tensa calma en Buenos Aires y la convocatoria de una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas fue acogido ayer el comienzo de la ofensiva general británica en las Malvinas. Margaret Thatcher, que ha puesto en manos del almirante Sandy Woodward, comandante en jefe de la flota expedicionaria, las riendas de este nuevo capítulo del conflicto británico- argentino, compartía la preocupación por el desarrollo de las operaciones militares con la emanada de los problemas que empiezan a dibujarse en el frente diplómatico europeo.En Bruselas crec...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Con expectación en Londres, tensa calma en Buenos Aires y la convocatoria de una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas fue acogido ayer el comienzo de la ofensiva general británica en las Malvinas. Margaret Thatcher, que ha puesto en manos del almirante Sandy Woodward, comandante en jefe de la flota expedicionaria, las riendas de este nuevo capítulo del conflicto británico- argentino, compartía la preocupación por el desarrollo de las operaciones militares con la emanada de los problemas que empiezan a dibujarse en el frente diplómatico europeo.En Bruselas crece la opinión de que la CEE no renovará el próximo lunes sus sanciones contra Argentina, lo que puede agriar aún más las difíciles relaciones de Londres con sus socios europeos. Margaret Thatcher cuenta, sin embargo, con el apoyo incondicional de EE UU, cuya ayuda logística a la flota expedicionaria británica es ya de dominio público.

Más información

En Nueva York, en el palacio de cristal de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, que no se había reunido formalmente para debatir el conflicto de las Malvinas desde el pasado 3 de abril, fue convocado urgentemente en la tarde de ayer, en un, intento de limitar la escalada militar del conflicto y conseguir un alto el fuego.

En Buenos Aires, la Junta Militar reconocía que las tropas británicas estaban en las islas, pero afirmaba que "desembarcar no es todo, hay que afianzar las posiciones!'. El Gobierno argentino resaltó lo grave que sería para Occidente que Washington ayudara militarmente al Reino Unido. El portavoz de la Casa Blanca declaró que Estados Unidos "respetará sus compromisos con Gran Bretaña", aunque excluyó una participación directa de militares norteamericanos en el conflicto. En Buenos Aires, el embajador soviético declaraba que la URRS se mostraba "solidaria" con Argentina y que lamentaba la "nueva agresión británica".

La primera noticia de la invasión provino del Reino Unido, que informó del desembarco, en la noche del jueves al viernes, de comandos que "estaban alcanzando sus objetivos".

Páginas 2 a 7

Archivado En