Fracaso de Haig en la crisis de las Malvinas
La misión negociadora entre Argentina y el Reino Unido del secretario de Estada norteamericano, Alexander Haig, desembocó anoche en un fracaso, según fuentes oficiosas de Londres, capital que abandonó a media tarde para dirigirse a Washington, en vez de a Buenos Aires. Haig tenía previsto volver ayer de nuevo a Argentina, pero "surgieron dificultades" que modificaron su plan inicial para intentar que la ocupación argentina de las Malvinas no culmine en un conflicto armado.Hoy, miércoles, se reúne el pleno del Parlamento británico para que la primera ministra, Margaret Thatcher, exponga el resu...
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La misión negociadora entre Argentina y el Reino Unido del secretario de Estada norteamericano, Alexander Haig, desembocó anoche en un fracaso, según fuentes oficiosas de Londres, capital que abandonó a media tarde para dirigirse a Washington, en vez de a Buenos Aires. Haig tenía previsto volver ayer de nuevo a Argentina, pero "surgieron dificultades" que modificaron su plan inicial para intentar que la ocupación argentina de las Malvinas no culmine en un conflicto armado.Hoy, miércoles, se reúne el pleno del Parlamento británico para que la primera ministra, Margaret Thatcher, exponga el resultado de sus largas conversaciones con el mediador norteamericano, de las que al parecer han surgido "nuevas ideas", según el lacónico comentario realizado ayer por Alexander Haig.
El Foreign Office imputaba anoche toda la responsabilidad del fracaso mediador a la Junta Militar argentina, afirmando que el Gobierno del general Leopoldo Galtieri había rechazado las propuestas norteamericanas y que "las nuevas dificultades residen en Buenos Aires".
Según la versión británica, que recoge Andrés Ortega en Londres, Argentina endureció considerablemente su actitud en la noche del lunes, después de que el ministro de Asuntos Exteriores, Nicanor Costa Méndez, conversara telefónicamente con Haig.
Mientras tanto, la tensión crece en Buenos Aires, según informa nuestro enviado especial, Juan González Yuste, ya que persiste el ultimátum británico de considerar como zona de guerra las 200 millas que rodean el archipiélago de las Malvinas.
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