Huelga en las academias de lengua vasca por la inscripción de policías nacionales en un curso

El boicoteo de la casi totalidad de los profesores y la mayoría de los alumnos a los cursos oficiales de aprendizaje acelerado del eusquera para adultos, motivado por la matriculación de cuatro policías nacionales en el centro de San Sebastián, ha desencadenado una crisis de imprevisibles consecuencias en el HABE (organismo de euskaldunización). Los siete euskaltegis o academias públicas que existen en Euskadi permanecen en huelga, mientras el titular de Cultura del Gobierno vaco, Ramón Labayen, reafirmó ayer que no se admitirá presión o discriminación alguna contra los agentes.

Labayen...

El boicoteo de la casi totalidad de los profesores y la mayoría de los alumnos a los cursos oficiales de aprendizaje acelerado del eusquera para adultos, motivado por la matriculación de cuatro policías nacionales en el centro de San Sebastián, ha desencadenado una crisis de imprevisibles consecuencias en el HABE (organismo de euskaldunización). Los siete euskaltegis o academias públicas que existen en Euskadi permanecen en huelga, mientras el titular de Cultura del Gobierno vaco, Ramón Labayen, reafirmó ayer que no se admitirá presión o discriminación alguna contra los agentes.

Labayen indicó, en el curso de una conferencia de Prensa celebrada en Vitoria, que "el Gobierno vasco no va a admitir ninguna discriminación, absolutamente ninguna", y adelantó que esta será la base de partida inamovible para cualquier contacto o negociación con los huelguistas. El consejero de Cultura añadió que es una cuestión de principio defender el derecho a asistir al curso de eusquera de cualquiera que se matricule en debida forma, como es el caso de los policías, aun "siendo consciente de que no faltarán elementos que se congratulen de las consecuencias de esta decisión, que puede ser dramática para el planteamiento de los euskaltegis en lo que tiene de tentativa más seria de enseñanza de] eusquera para adultos realizada hasta ahora".

El conflicto comenzó en el profesorado

Por otra parte, aunque el conflicto no ha salido hasta el momento del terreno estrictamente académico, ya que ningún partido político vasco ha manifestado de forma oficial su opinión sobre el asunto, fuentes que han seguido de cerca su desarrollo indicaron ayer que el enfrentamiento de profesores y alumnos con el Gobierno vasco no se está produciendo con la transparencia que sería de desear. Según estos medios, ha sido una parte del profesorado el que se planteó en primer lugar la inconveniencia de que asistieran a las clases los policías nacionales, trasladando luego el problema al alumnado. "Esta circunstancia permite ahora que algunos profesores presenten la cuestión como de iniciativa espontánea de los estudiantes, cuando no ha sido exactamente así", señalaron las mismas fuentes.El profesorado del centro de HABE de San Sebastián, en un comunicado difundido el lunes, reconocía el derecho de todo ciudadano a aprender la lengua vasca, pero aseguraba encontrarse imposibilitado para su tarea docente ante la situación creada por la presencia de los policías en las aulas. Según la nota, la creación de un clima de tensión entre el alumnado hace aconsejable ofrecer a los agentes la posibilidad de recibir clases en su acuartelamiento, como sucede con la primera promoción de la Policía Autónoma en su academia de Vitoria. Esta fórmula ya había sido intentada por los policías, sin que lograran encontrar profesor.

También el alumnado del centro de San Sebastián celebró una asamblea el lunes, con la participación de los cuatro policías nacionales, que se ofrecieron a ser cacheados para que se comprobara que no llevaban armas. En el curso de la reunión explicaron su interés por el conocimiento del eusquera e insistieron en su voluntad de acudir a las clases. Al parecer, uno de los policías sufrió un atentado en el País Vasco, "pero sigo aquí", dijo a los alumnos, "porque me gusta San Sebastián".

A pesar de todo, la asamblea aprobó por 119 votos a favor, 7 en contra y 13 abstenciones un comunicado en el que se dice que "nos negamos rotundamente a que los policías acudan a las clases conjuntamente con nosotros". Argumentan que se crearía un ambiente hostil para alumnos y profesores, inadecuado para la enseñanza y aprendizaje del idioma, y que se deterioraría la convivencia, con aparición de tensiones y riesgos. Los alumnos exigen de la dirección de HABE una solución satisfactoria.