Un escándalo financiero amenaza la estabilidad del Gobierno federal alemán

Las autoridades judiciales de Bonn ordenaron ayer la apertura de una investigación sobre el pago de subvenciones a partidos políticos, en el que están, al parecer, implicados dos ministros del Gobierno de Helmut Schmidt y el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Manfred Lahnstein, considerado generalmente como uno de los "hombres de confianza" del canciller federal.

En total, nueve prestigiosas personalidades de la política y de la economía, incluidos los ministros de Economía, Otto von Lambsdorff, (liberal) y el de Hacienda, Hans Matthoefer (socialdemócrata), van a ser sometido...

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Las autoridades judiciales de Bonn ordenaron ayer la apertura de una investigación sobre el pago de subvenciones a partidos políticos, en el que están, al parecer, implicados dos ministros del Gobierno de Helmut Schmidt y el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Manfred Lahnstein, considerado generalmente como uno de los "hombres de confianza" del canciller federal.

En total, nueve prestigiosas personalidades de la política y de la economía, incluidos los ministros de Economía, Otto von Lambsdorff, (liberal) y el de Hacienda, Hans Matthoefer (socialdemócrata), van a ser sometidos a la investigación por estas subvenciones anómalas cuyo anuncio, ayer, causó sensación en la capital federal. Este asunto puede acarrear graves consecuencias para la estabilidad del Gabinete de Helmut Schmidt.Por de pronto, otra de las personalidades sometidas a la investigación, Eberhard von Brauchitsch, presidente de la Confederación de la Industria Alemana -el sindicato patronal alemán- y del imperio industrial Friedrich Flick, hombre vinculado a la democracia cristiana, ha presentado ya su dimisión,

Al ordenar la apertura de una investigación, el ministerio fiscal ha levantado una polvareda que salpica tanto a los partidos de la coalición gubernamental, socialdemócrata (SPD) y liberal (FDP), como de la oposición democristiana (CDU-CSU).

Aunque por ahora la investigación iniciada sólo afecte a unas nueve personalidades, fuentes fidedignas aseguran que en total unas mil personas están involucradas en este gigantesco asunto de entrega de dinero privado a los partidos políticos- camuflado como donaciones a instituciones de interés público.

Este subterfugio permitió sustraer a Hacienda el equivalente de 68.800 millones de pesetas (1.600 millones de marcos).

El canciller alemán, Helmut Schmidt, fue informado del asunto a mediados de esta semana, durante su viaje oficial a París, precisó ayer el portavoz del Gobierno federal, Lothar Ruhl.

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El jueves por la noche, el Gobierno federal publicó un comunicado en el que desmintió una información publicada ese mismo día por el diario popular Bild Zeitung en la que se aseguraba que el ministerio fiscal había pedido la suspensión de la inmunidad parlamentaria de los ministros de Hacienda y Economía. El Bundestag desmintió también esta noticia del vespertino Bild Zeitung.

Sólo si la fiscalía formulase acusaciones concretas se solicitará el levantamiento de la inmunidad parlamentaria.

Aclaración gubernamental

El comunicado del Gabinete señalaba que "los miembros del Gobierno implicados harán todo lo que esté a su alcance para que se aclare rápidamente este asunto". Los ministros aludidos, añadía el comunicado, "están convencidos de que las sospechas que recaen sobre ellos no tienen fundamento".Por su parte, el portavoz gubernamental agregó que el Gabinete desea aclarar cuanto antes este asunto para evitar "que se convierta en un terna de conversación del hombre de la calle". Pero no cree que haya razones válidas para destituir o privar de sus funciones a los ministros encartados, y se declara convencido de que quedará demostrado que las sospechas sobre Lambsdorff, Matthoefer y Lahnstein carecen de fundamento.

Tanto el SPD como el FDP se han negado por ahora a hacer el menor comentario sobre el asunto. Los ministros de Hacienda y Economía han rechazado su implicación en el escándalo. "Rechazo con la mayor firmeza estas acusaciones", afirmó Lambsdorff, mientras Matthoefer recordaba que "las autoridades judiciales no han formulado por ahora ninguna acusación concreta".

Este escándalo empezó a manifestarse cuando los dirigentes de los tres grandes partidos políticos intentaron sin éxito -algunos diputados del Partido Socialdemócrata se opusieron a ello categóricamente- que se votase una nueva legislación que legalizaba de forma retroactiva el procedimiento vlgente en materia de donaciones financieras a los partidos políticos.

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