La patronal del calzado, contra el ministro de Industria
Los industriales del calzado acusaron ayer al ministro de Industria, Ignacio Bayón, de favorecer la recesión de este sector, el segundo del país en volumen de exportaciones, por su postura opuesta a que sea incluido en la lista de sectores en reconversión industrial.La mencionada negativa de Industria, según afirmó ayer el presidente de la Federación de Industriales del Calzado (FICE) en la presentación realizada en Madrid de la próxima Feria Nacional e Internacional del Calzado (FICC), que se celebrará en Elda (Alicante) del 9 al 12 de marzo próximo, no coincide con la posición del Ministerio...
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Los industriales del calzado acusaron ayer al ministro de Industria, Ignacio Bayón, de favorecer la recesión de este sector, el segundo del país en volumen de exportaciones, por su postura opuesta a que sea incluido en la lista de sectores en reconversión industrial.La mencionada negativa de Industria, según afirmó ayer el presidente de la Federación de Industriales del Calzado (FICE) en la presentación realizada en Madrid de la próxima Feria Nacional e Internacional del Calzado (FICC), que se celebrará en Elda (Alicante) del 9 al 12 de marzo próximo, no coincide con la posición del Ministerio de Trabajo y está provocando la pérdida de los puestos de trabajo previstos en el proyecto de plan de reconversión, el incremento de la producción clandestina y una creciente conflictividad laboral.
Plan de reconversión
El sector, ante estas circunstancias, piensa presentar al Congreso los planes de reconversión actualizados y acordados con las centrales sindicales.Los industriales entienden asimismo que la Administración no concede ninguna importancia a un sector que ocupa a 70.000 trabajadores y es el segundo exportador del país, detrás del sector del automóvil y en competencia directa con el de cítricos. Las exportaciones de calzado en 1980 ascendieron a 62 millones de pares de zapatos (40.000 millones de pesetas) y el pasado año a 70,5 millones de pares (56.000 millones). Los mejores clientes son Estados Unidos, al que se destina el 33% de la exportación, y la Comunidad Económica Europea, que recibe el 50% de la exportación.
Los industriales españoles, que preparan en la actualidad la fabricación de una horma normalizada, pretenden también conseguir la obligatoriedad de una etiqueta de homologación en sus productos.