El Gobierno francés intenta tranquilizar a los financieros internacionales

Lo más florido del Gobierno francés, empezando por su primer ministro, Pierre Mauroy, fue examinado ayer y anteayer, en París, por los grandes del capitalismo occidental. Si ete ministros del Gobierno expusieron ante cerca de trescientos representantes del mundo de los negocios, americanos en su mayoría, su política económica. Objetivo de esta operación montada por el diario International Herald Tribune: convencer y tranquilizar a los medios económicos internacionales. Resultado conseguido: "Esperemos a ver lo que dicen los hechos" fue el comentario más genérico.Algo más de 6.000...

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Lo más florido del Gobierno francés, empezando por su primer ministro, Pierre Mauroy, fue examinado ayer y anteayer, en París, por los grandes del capitalismo occidental. Si ete ministros del Gobierno expusieron ante cerca de trescientos representantes del mundo de los negocios, americanos en su mayoría, su política económica. Objetivo de esta operación montada por el diario International Herald Tribune: convencer y tranquilizar a los medios económicos internacionales. Resultado conseguido: "Esperemos a ver lo que dicen los hechos" fue el comentario más genérico.Algo más de 6.000 francos (110.000 pesetas) pagó cada hombre de negocios occidental para asistir a los cursos magistrales que ofrecieron en un gran hotel parisiense los ministros del Gabinete Mauroy, más Jacques Attalí, el consejero especial del presidente François Mitterrand. En una gran parte eran americanos y, la mayoría, igualmente eran los representantes en París de las grandes firmas financieras y multinacionales.

La noticia de la reunión surgió durante la comida de anteayer, cuando el ministro de Economía y Finanzas, Jacques Delors, se levantó para lanzar una requisitoria más contra las tasas elevadas de dinero americanas, y concluyó: de no llegar a un acuerdo occidental, o a la creación, posible, de una especie de "serpiente europea de intereses", Francia operará por su cuenta. Delors afirmó rotundo que todos los estudios sobre la cuestión lo prueban: "Las tasas elevadas americanas", añadió, "son el obstáculo mayor.

Mauroy resumió así su política económica: "La reducción del paro y de las desigualdades sociales, y la negociación social, son nuestros objetivos primordiales. Para ello, lanzamos tres desarios: el crecimiento, la revolución tecnológica y un nuevo orden económico internacional". Dicho de otras maneras, para Mauroy, el mitterrandismo es "el liberalismo más la igualdad".

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