El Ministerio de Exteriores creará, en breve, una "superdirección general" de asuntos de Europa

El ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, tiene intención de crear. en breve, dentro de su departamento, una superdirección general que puede en el futuro ser elevada de rango administrativo, con el rin de hacer frente a los tres temas capitales inmediatos de la política exterior española: Gibraltar, OTAN y relaciones políticas con la Comunidad Económica Europea.

Fuentes dignas de crédito han informado a este periódico que esa superdirección general englobará la actual dirección general de Política Exterior para Europa y que a ella quedarán adscritos los temas a...

El ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, tiene intención de crear. en breve, dentro de su departamento, una superdirección general que puede en el futuro ser elevada de rango administrativo, con el rin de hacer frente a los tres temas capitales inmediatos de la política exterior española: Gibraltar, OTAN y relaciones políticas con la Comunidad Económica Europea.

Fuentes dignas de crédito han informado a este periódico que esa superdirección general englobará la actual dirección general de Política Exterior para Europa y que a ella quedarán adscritos los temas anteriormente mencionados y que, por su importancia, constituyen los asuntos más, importantes a los que tendrá que enfrentarse la política exterior española en los meses venideros. Las citadas fuentes han añadido que tal organización se anunciará al mismo tiempo que sea hecha pública una amplia combinación diplomática y de altos cargos del Ministerio, que quedó pendiente en el último Consejo de Ministros.

Nuevo embajador

Las citadas fuentes han confirmado que el nuevo embajador de España en Washington, en sustitución del actual, José LLadó, cuyo nombre se menciona insistentemente para la dirección general del Banco Exterior de España, será elveterano diplomático Nuño Aguirre de Cárcer, en la actualidad embajador en Bruselas, y cuyo plácet fue solicitado por el Gobierno español a Washington a principios de este mes.

Fuentes americanas en esta capital han expresado su satisfacción por la elección de Aguirre de Cárcer, profundo conocedor de Estados Unidos, donde desempeñó el puesto de ministro consejero de la Embajada de España. Aguirre de Cárcer, uno de los duros del equipo Castiella en la renegociación del acuerdo de bases de 1969, ha desempeñado también un papel relevante desde Bruselas en la preparación de la adhesión de España a la Organizacíón del Tratado del Atlántico Norte.

Fuentes de toda solvencia han manifestado que la persona que se hará cargo de esa superdirección general de Europa, que se pretende crear, es el actual secretario general técnico del Ministerio de Asuntos José Cuenca Anaya. Cuenca fué director del Gabinete de Marcelino Oreja, y Pérez-Llorca le conservó como jefe de su Gabinete hasta el nombramiento como secretario general técnico. Consejero de embajada en las Naciones Unidas y Londres, Cuenca desempeñó un papel fundamental en las conversaciones hispano-británicas que culminaron en la Declaración de Lisboa sobre Gibraltar. Asimismo ha desempeñado un papel importante en la negociación para conseguir el ingreso de España en la Organización Atlántica. Cuenca sustituirá en el cargo, aunque con funciones ampliadas, al actual director general para Europa, Juan Durán-Lóriga, cuyo nombramiento como embajador de España en Bonn es inminente.

De los tres temas anteriorm ente mencionados, quizá el más acuciante para la política exterior española sea Gibraltar, ya que el comienzo de la negociación hispano-británica sobre el futuro de la Roca es una letra a plazo fijo que vence el 20 de abril próximo. En esa fecha se iniciarán en Lisboa las negociaciones entre los dos países, a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, en cumplimiento de lo acordado por los dos Gobiernos durante la entrevista celebrada en Londres entre Leopoldo Calvo Sotelo y Margaret Thatcher el pasado día 7.

Por primera vez desde el Tratado de Utrecht, por el que España cedió al Reino Unido "la fortaleza de Gibraltar", en 1713, los dos Gobiernos iniciarán una negociación sin techo ni limitaciones para decidir el futuro del Peñón. El objetivo de esa negociación, dura, difícil y larga, no puede ser otro, por parte española, que "el restablecimiento de la integridad territorial" de España, como lo fijó Calvo Sotelo durante su visita a Londres. Una de las primeras funciones de esa nueva y ampliada Dirección General de Europa será preparar una propuesta concreta para la negociación de Lisboa, en donde quede fijado de forma inequívoca el tema de la soberanía.