El Gobierno italiano intensifica la lucha contra el terrorismo de las Brigadas Rojas

La operación llevada a cabo por la policía de Roma el sábado pasado y que dio como resultado el descubrimiento de tres bases de las Brigadas Rojas en la capital y la detención de diez presuntos terroristas, entre ellos el famoso criminólogo Giovanni Senzani, ha sido calificada unánimemente como "la acción más importante de las brigadas antiterroristas italianas". Esta operación ha permitido que el Gobierno italiano se presentase ayer ante el Parlamento con optimismo, frente a las acusaciones de "ineficacia" con respecto al terrorismo.

Ahora ya se conocen los nombres de los detenidos y, ...

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La operación llevada a cabo por la policía de Roma el sábado pasado y que dio como resultado el descubrimiento de tres bases de las Brigadas Rojas en la capital y la detención de diez presuntos terroristas, entre ellos el famoso criminólogo Giovanni Senzani, ha sido calificada unánimemente como "la acción más importante de las brigadas antiterroristas italianas". Esta operación ha permitido que el Gobierno italiano se presentase ayer ante el Parlamento con optimismo, frente a las acusaciones de "ineficacia" con respecto al terrorismo.

Ahora ya se conocen los nombres de los detenidos y, sobre todo, se ha podido saber cómo la policía llegó hasta las guaridas romanas de las Brigadas Rojas. Fue gracias a las declaraciones de dos arrepentidos. Se trata de los dos brigadistas detenidos cerca de la plaza de España, hace unos días, con un coche que contenía todo el material necesario para llevar a cabo el secuestro de Cesare Romiti, administrador delegado de la casa automovilística Fiat. Los dos terroristas se acogieron a la nueva ley que elimina gran parte de la pena y ofrece mucha protección a quienes colaboren con las fuerzas del orden.Estos dos brigadistas, Stefano Petrella y Ennio di Rocco, admitieron que habían sido ellos los asesinos de Roberto Pecci, el hermano de Patrizio Pecci, uno de los primeros arrepentidos, como venganza por sus declaraciones a la policía. Las Brigadas Rojas secuestraron a su hermano, lo interrogaron y, después, lo asesinaron.

En una de las bases descubiertas en Roma el sábado por la policía se encontró, entre otras cosas, la prueba de aquel asesinato: la fotografía en la que los dos nuevos terroristas arrepentidos le disparan a la sien con sus pistolas. Se encontraron también, junto con un lanzacohetes anticarro RPG-7 de fabricación soviética, las bobinas y los videocasetes de los interrogatorios hechos al magistrado Giovanni D'Urso, al líder democristiano de Nápoles Ciro Cirillo y al mismo Roberto Pecci. Entre el ingente material recogido por la policía aparecen todos los planes futuros de acciones subversivas de las Brigadas Rojas. Se trata de ataques, sobre todo, a las cárceles y a objetivos militares.

El secuestro de Dozier

Por lo que se refiere a las posibles relaciones entre militantes de las Brigadas Rojas en el sur de Italia y los duros de la zona norte, que tienen secuestrado al general norteamericano de la OTAN, James Lee Dozier, parece ser que estaban en negociaciones para llegar a un acuerdo. Así se puede deducir de la detención en uno de los pisos de Franca Musi, la mujer del grupo del Norte enviada a Roma para debatir el problema con el ideólogo Senzani, que militaba hasta ayer con el grupo histórico de las Brigadas Rojas de Renato Curcio, y en polémica con el ala dura y militarista del Norte. Su detención podría proporcionar datos de enorme importancia sobre el paradero del general de la OTAN.Según un balance del terrorismo en Italia durante 1981 efectuado por el Partido Comunista, se registraron en el país 311 atentados y 24 homicidios. El número de atentados es algo inferior con respecto a los dos años precedentes, pero el de muertes es más elevado.

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