El régimen argelino rindió homenaje a Huari Bumedian

Los dirigentes argelinos, encabezados por el propio presidente, Chadli Benjedid, conmemoraron el domingo, con un relieve inusitado, el tercer aniversario de la muerte de Huari Bumedian, un nombre raramente evocado por los medios informativos oficiales. Para atajar las acusaciones sobre la liquidación política de los bumedianistas y confirmar la continuidad revolucionaria del régimen, la dirección argelina decidió dar a este aniversario una importancia más acusada que en años anteriores.Los elogios a la figura de Bumedian suceden al término de una nueva sesión del comité central d...

Los dirigentes argelinos, encabezados por el propio presidente, Chadli Benjedid, conmemoraron el domingo, con un relieve inusitado, el tercer aniversario de la muerte de Huari Bumedian, un nombre raramente evocado por los medios informativos oficiales. Para atajar las acusaciones sobre la liquidación política de los bumedianistas y confirmar la continuidad revolucionaria del régimen, la dirección argelina decidió dar a este aniversario una importancia más acusada que en años anteriores.Los elogios a la figura de Bumedian suceden al término de una nueva sesión del comité central del Frente de Liberación Nacional (FLN), en la que Chadli y los de más dirigentes reiteraron su voluntad de continuar la edificación socialista y seguir siendo fieles a la memoria del que destronara por la fuerza a Ben Bella, en junio de 1965.

Pero al propio tiempo el FLN decidió suspender la participación al comité central de este partido de dos notorios dirigentes de la anterior era: Abdelaziz Buteflika, que encarnara el rostro de Argelia durante los trece años en que dirigiera la política exterior, y Belaid Abdessalam, el padre de la industrialización.

Si el relevo del bumedianismo no deja ningún lugar a dudas, a pesar de que se haya realizado con un exquisito cuidado para no dar pie a convulsión alguna, las referencias al fallecido presidente tienen ahora un sentido más profundo que rendir homenaje al hombre que llevó a cabo la nacionalización de las principales riquezas del país; entre ellas, el petróleo. El fin perseguido parece ser demostrar que se puede ser fiel a su línea política, incluso cuando se neutraliza la ambición de quienes eran considerados como sus más legítimos y directos herederos.

El nuevo equipo político argelino ha reprochado a los antiguos responsables del Gobierno, no haber tenido en cuenta las necesidades más acuciantes de una población cuyo crecimiento demográfico dificultaba el despegue económico.

La Argelia de Chadli difiere de la de Bumedian, por lo menos, en lo que concierne a la definición de metas, ahora impregnadas de un pragmatismo que no existía en los años setenta. La población argelina ha visto mejoradas sus condiciones de vida, en particular en lo que concierne al aprovisionamiento regular de bienes de consumo y a la vivienda. Estos aspectos han contribuido a dar a Chadli, a los ojos de sus compatriotas, el carácter de un gestor eficaz, preocupado menos de su imagen de tribuno político que de suprimir las taras burocráticas que frenan la expansión económica.

El comité central del FLN considera que la reciente visita a Argel del presidente François Mitterrand abre nuevas perspectivas de cooperación entre ambos países.