350.000 personas participaron en una manifestación pacifista en Bucarest

Unos 350.000 rumanos, impecablemente organizados desde las instituciones oficiales, se manifestaron hoy en Bucarest a favor de la paz y del desarme, en un acto sin precedentes en un país miembro del Pacto de Varsovia.La multitud, parte de la cual había llegado en transportes especiales desde toda Rumania, marchó sobre Bucarest desde cuatro puntos distintos y aclamó con rítmicas consignas las propuestas de paz del presidente rumano, cuya foto con aspecto bastante rejuvenecido, se repetía entre las pancartas y las banderas.

Interrumpido en más de treinta ocasiones por aplausos y vítores d...

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Unos 350.000 rumanos, impecablemente organizados desde las instituciones oficiales, se manifestaron hoy en Bucarest a favor de la paz y del desarme, en un acto sin precedentes en un país miembro del Pacto de Varsovia.La multitud, parte de la cual había llegado en transportes especiales desde toda Rumania, marchó sobre Bucarest desde cuatro puntos distintos y aclamó con rítmicas consignas las propuestas de paz del presidente rumano, cuya foto con aspecto bastante rejuvenecido, se repetía entre las pancartas y las banderas.

Interrumpido en más de treinta ocasiones por aplausos y vítores durante los tres cuartos de hora que duró su discurso, Ceaucescu reiteró las tesis contenidas en sus recientes mensajes al presidente norteamericano, Ronald Reagan, y al jefe del Estado soviético, Leónidas Breznev.

Aludiendo a los cohetes SS-20 soviéticos y a los cohetes nucleares de alcance medio que la OTAN proyecta instalar en Europa, el presidente rumano señaló que el equilibrio entre el Este y el Oeste debe conseguirse mediante la reducción sustancial del armamento ya existente y la no instalación de otro nuevo.

El discurso, cargado de imágenes patéticas, hizo alusión al peligro de guerra en Europa, pero evitó las críticas o alusiones específicas contra un país determinado, y sólo se refirió a EE UU y a la URSS en relación con las conversaciones soviético-norteamericanas de Ginebra.

En vista del peligro que amenaza al continente, Ceaucescu pidió la participación europea en las negociaciones, y dijo que "el átomo ha enseñado a matar", y que hay que actuar "mientras estemos vivos".

Campaña nacional

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La manifestación de Bucarest culmina una campaña en este sentido a nivel nacional y también una semana de reuniones de los ministros de Asuntos Exteriores del Pacto de Varsovia y una visita del ministro de Asuntos Exteriores sovíético, Andrei Gromilco.

Observadores occidentales en Rumania opinan que el acto popular de ayer ha tenido el propósito de reafirmar la figura del presidente Ceaucescu, desgastada por las dificultades económicas y de abastecimiento alimenticio, que provocan creciente malestar entre la población.

Los comercios y mercados de Bucarest, los mejor abastecidos de Rumania, estaban ayer relativa mente bien provistos en relación a las últimas semanas.

Largas colas de compradores se formaban a primera hora de la mañana frente a los puestos de manzanas, carne de cerdo, leche y huevos, todos ellos productos escasos.

De cara al exterior, la imagen de una Rumania independiente, a la vanguardia de las iniciativas de paz mundiales, ha sido reforzada por el tono apasionado de Ceaucescu, quien sólo nombró los bloques militares para pedir su disolución simultánea.

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