El viaje de Pujol a Castilla

( ... ) El señor Pujol ha viajado a Burgos al objeto de estrechar los lazos de comunicación y entendimiento entre el pueblo catalán y la región castellano-leonesa. Esto está muy bien, y algo similar vienen haciendo otros presidentes de órganos autonómicos o preautonómicos. Algo tenemos que decir, sin embargo, con relación a este viaje. Sobre todo, que las reiteradas alusiones a la unidad de España que el honorable presidente de la Generalidad de Cataluña acaba de hacer en Burgos, al iniciar su primera "visita oficial" a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, alusiones evidentemente innecesa...

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( ... ) El señor Pujol ha viajado a Burgos al objeto de estrechar los lazos de comunicación y entendimiento entre el pueblo catalán y la región castellano-leonesa. Esto está muy bien, y algo similar vienen haciendo otros presidentes de órganos autonómicos o preautonómicos. Algo tenemos que decir, sin embargo, con relación a este viaje. Sobre todo, que las reiteradas alusiones a la unidad de España que el honorable presidente de la Generalidad de Cataluña acaba de hacer en Burgos, al iniciar su primera "visita oficial" a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, alusiones evidentemente innecesarias, y por ello mismo susceptibles de atribuirse a un mero gesto de oportunismo político, no bastan -así lo creemos- para disimular algunos detalles fuera de lugar en su etapa inicial por tierras castellanas. Que el señor Pujol se desplace a Burgos, a Sevilla o a Vigo nada tiene de llamativo. Y, por supuesto, no debería haber llamado la atención. Pero que el viaje vaya precedido del solemne anuncio de su visita, y que ésta se lleve a cabo en medio de un singular aparato protocolario que, en fin, Jordi Pujol llega a la ciudad rodeado y acompañado de un nutrido séquito de consejeros, asesores, etcétera, además un numerosísimo grupo de periodistas, enviados especiales desde la Ciudad Condal, son ganas de querer sacar las cosas de quicio. ( ... )( ... ) Ahora bien, lo que está claro es que, en su calidad de titular del Gobierno autónomo de una región española, tiene el deber de no pasarse de la raya y saber guardar escrupulosamente las formas. Ya no hablemos, aunque en su momento también habrá que hacerlo, de lo que significa para la comunidad autónoma de Cataluña y también para la comunidad autónoma del País Vasco, que ha obsequiado al lendakari con un vehículo de dieciséis millones de pesetas, una serie de lujos de esta naturaleza, sólo por el prurito de vestir el cargo. Como dice un conocido eslogan, "Si usted puede, España no".

30 de noviembre

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