El palacio de Linares seguirá cerrado por el desacuerdo entre Ayuntamiento y Cajas de Ahorro

La petición de licencia de obras para restaurar él palacio de Linares en la plaza de Cibeles, y edificar en los terrenos colindantes un edificio de oficinas bancarias recibió el pasado mes un informe desfavorable de la Comisión de Seguimiento del Plan Especial. Este dictamen del que aún no se ha informado oficialmente a la Confederación Española de Cajas de Ahorro, propietaria de los terrenos, obligará a ésta a reconsiderar de nuevo el proyecto, lo que significará prolongar el cierre, iniciado en 1966, de uno de los edificios más notables construídos bajo e reinado de Isabel II.

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La petición de licencia de obras para restaurar él palacio de Linares en la plaza de Cibeles, y edificar en los terrenos colindantes un edificio de oficinas bancarias recibió el pasado mes un informe desfavorable de la Comisión de Seguimiento del Plan Especial. Este dictamen del que aún no se ha informado oficialmente a la Confederación Española de Cajas de Ahorro, propietaria de los terrenos, obligará a ésta a reconsiderar de nuevo el proyecto, lo que significará prolongar el cierre, iniciado en 1966, de uno de los edificios más notables construídos bajo e reinado de Isabel II.

La restauración del palacio de Linares, que junto al Banco de España, el palacio de Correos y el Ministerio de Defensa limita la plaza de Cibeles, fue unida por la Confederación, desde su compra, a la construcción de un edificio de oficinas en los terrenos actualmente ocupados por las caballerizas del palacio y la construcción denominada Casa de Muñecas. En ningún momento esta ligazón entre ambas obras fue negada, ya que la idea de las Cajas de Ahorro era restaurar el palacio para convertirlo en sede de la presidencia de la Confederación y construir, unido al palacete, un edificio funcional donde se pudieran trasladar todos los servicios administrativos.Este proyecto fue mantenido, a pesar de que en 1971 la Academia de Bellas Artes de San Fernando autorizó la demolición del palacio ante la rápida disgregación de los elementos de la fachada. Posteriormente, la Confederación de Cajas de Ahorro tuvo que negar publicamente en varias ocasiones que hubiera ninguna intención. de variar la estructura del edificio. Si en la restauración del palacete, la Dirección General de Bellas Artes, el Ayuntamiento y la Confederación estaban de acuerdo, no ocurría lo mismo con la construcción del edificio colindante. El arquitecto Luis Gutiérrez Soto, primero, y a su fallecimiento, Fernando Moreno Barberá realizaron varios proyectos en los que se recogían las limitaciones fijadas en el plan de ordenación de la manzana, aprobado por la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Area Metropolitana de Madrid (Coplaco), en 1971.

Durante años, estos proyectos fueron discutidos a tres bandas entre Bellas Artes, Ayuntamiento y Cajas de Ahorro. Entre tanto, el edificio fue declarado. monumento histórico-artístico (abril de 1976) y la Confederación compró la casa colindante al palacio, en la calle Marqués del Duero, 4, lo que hizo que los proyectos se variaran ya que esta compra permitía ampliar el edificio de oficinas.

Entre los proyectos presentados tras esta ampliación se encontraba la de un edificio que, con la misma altura de la casa situada tras el palacete, tenía una fachada de para soles prefabricados, que gustó a la Dirección General de Patrimonio Histórico Artístico. A continuación, se presentaron dos solicitudes para la demolición de las antiguas caballerizas y Casa de Muñecas, así como el edificio de la calle Marqués del Duero que hoy se encuentra, según los técnicos, en peligro de derrumbamiento.

Sin embargo, estas conversaciones sufrieron un cambio sustancial cuando, en 1978, se aprobó el Plan Especial del municipio de Madrid Las dos licencias solicitadas quedaron en suspenso y a partir de ese momento el equipo de Moreno Barberá tuvo que realizar diferentes proyectos en el que se recogieron peticiones tales como la disminución de la altura, el retranqueo del nuevo edificio para que no se ocultara la fachada del palacio que da a Marqués del Duero, la conservación de la fachada de la finca existente en esta calle o el cambio de situación de los garajes.

El último proyecto presentado recogía, según informaron los técnicos, todas estas peticiones, por lo que esperaban una respuesta positiva a la solicitud de licencia de obras. Sin embargo, cuando el proyecto fue estudiado por la Comisión de Seguimiento del Plan Especial se consideró que incumplía el mismo.

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"No se ha considerado oportuno dar el permiso, aunque la comisión facultó al presidente de la misma para que siguiera las conversaciones con los propietarios. El proyecto presentado supone un incremento de volumen sobre lo permitido por el Plan Especial. Además, pensamos que no sólo hay que conservar el palacete, sino todo su entorno, en el que se incluyen las caballerizas, la Casa de Muñecas y el jardín", manifestó Carlos de la Guardia, gerente municipal de Urbanismo.

"Entendemos que es una obligación restaurar el palacio y podemos exigírselo a los propietarios. No hay que olvidar que, en caso de negarse, podría realizarse una acción sustitutoria e incluso el Ministerio de Cultura podría expropiarlo", informó el gerente

Limitada la construcción

La intención de la Comisión de Seguimiento parece limitar, por tanto, la construcción del edificio de oficinas a los terrenos ocupados por la antigua casa de vecinos. Frente a esta pretensión, el proyecto presentado por la Confederación supone la construcción de un edificio de seis plantas y cuatro sótanos para aparcamiento de vehículos. En total, 19.000 metros cuadrados de superficie construída.Este edificio, cuyo coste supondría un desembolso de 970 millones de pesetas, tendría un patio de operaciones acristalado, con objeto de que pudiera verse la fachada trasera del palacete y estaría comunicado al mismo a distintos niveles.

El palacio, por otra parte, sería objeto de una profunda restauración. El equipo dirigido por Moreno Barberá ha estudiado piedra por piedra la fachada y las actuaciones que habría que realizar en el conjunto.

Los trabajos de restauración, con un coste superior a los 250 millones de pesetas, supondrían la paralización inmediata del grave proceso de deterioro sufrido¡ en los últimos años, en la parte exterior del palacio. Según los técnicos, las principales causas de esta situación que ha obligado a reparar la balaustrada, ante el peligro de que trozos de la misma cayeran a la calle, son la contaminación existente en la zona y el clima madrileño que afecta de forma negativa a la piedra de arenisca que el marqués de Linares hizo traer de Novelda, en la provincia de Alicante.

Por otra parte, permitirá restaurar el interior, cuyo valor es muy superior al de la fachada. Construido en 1870 por el arquitecto Adolfo Ombrech, su distribución interior esta formada por una serie de salas alrededor de la escalera principal.

En la actualidad, excepto la tercera planta, de menor interés artístico, el resto está bien conservado. La riqueza del salón de baile, la sala china, la capilla, la biblioteca, o el comedor han resistido bastante bien el paso de los años. Por lo demás, fueron abiertos nada más que para que Luis García Berlanga rodara Patrimonio Nacional o para que un par, de cadenas de televisión grabara algunos planos de los salones.

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