La Junta salvadoreña ofrece una amnistía a los guerrilleros y levanta el toque de queda

El Gobierno salvadoreño ofreció ayer una amnistía a los guerrilleros "que deseen reintegrarse a la vida pacífica" según anunció ayer en San Salvador Jaime Abdul Gutiérrez, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y vicepresidente de la Junta de Gobierno. Asimismo, las autoridades salvadoreñas decidieron levantar el toque de queda, vigente desde el pasado 11 de enero. Sin embargo, continúa el estado de sitio, que suprime garantías constitucionales.

Jaime Abdul Gutiérrez dijo que el toque de queda será suprimido "para estimular el clima de paz, seguridad y confianza en el proceso ele...

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El Gobierno salvadoreño ofreció ayer una amnistía a los guerrilleros "que deseen reintegrarse a la vida pacífica" según anunció ayer en San Salvador Jaime Abdul Gutiérrez, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y vicepresidente de la Junta de Gobierno. Asimismo, las autoridades salvadoreñas decidieron levantar el toque de queda, vigente desde el pasado 11 de enero. Sin embargo, continúa el estado de sitio, que suprime garantías constitucionales.

Jaime Abdul Gutiérrez dijo que el toque de queda será suprimido "para estimular el clima de paz, seguridad y confianza en el proceso electoral". Las autoridades salvadoreñas proyectan celebrar elecciones legislativas el tercer domingo de marzo de 1982 y comicios presidenciales en 1983."Debo advertir que la suspensión del toque de queda no significa que la fuerza armada se desentienda de sus responsabilidades hacia la colectividad", señaló Gutiérrez, subrayando que las fuerzas de seguridad "continuarán la vigilancia a todas horas".

En cuanto a la aministía, el vicepresidente de la Junta dijo que con ella los oponentes "podrán salir del engaño en el que se han mantenido y participar en el proceso revolucionario que ha emprendido el Gobierno".

La actividad guerrillera continúa en distintos puntos del país. Ayer fue dinamitado en la carretera Panamericana el denominado Puente de Oro, el más grande de El Salvador, que cruza el río Lampa en el departamento de Usulután. Según Jaime Abdul Gutiérrez, "la acción fue realizada por saboteadores extranjeros".

El Salvador vive una situación calificada de guerra civil por los observadores, desde poco después del derrocamiento del dictador Humberto Romero, hace dos años, por un golpe militar. Una Junta cívico-militar se hizo entonces cargo del poder, pero el proceso de reformas anunciado experimentó una detención brusca y la composición de la junta se vio modificada con la expulsion de coronel Adolfo Majano, que preconizaba una política reformista. Las violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad, según organismos internacionales, se intensificaron enormemente a partir de entonces.

La lucha guerrillera creció igualmente, mientras que el poder pasaba a manos de los sectores más intransigentes dentro del Ejército. La presidencia de la Junta recayó sobre José Napoleón Duarte, dirigente de la Democracia Cristiana salvadoreña, que intentó realizar una política de dureza contra la guerrilla y de reformas políticas, rechazadas por la oposición, que argumentaba que la Junta no tenía otra respuesta que la represión ante las demandas populares de cambios profundos.

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