Cartas al director

El valiente capitán

En la edición correspondiente al día 4 de octubre del diario de su dirección, publican dentro de la seccion Cartas al director, la titulada por ustedes El valiente capitán.

Tras su lectura, esperaba una aclaración de ustedes en el sentido de que no existió animus iniurandi al calificar como "delincuentes y cobardes" a los implicados en el sumario del 23 F, en general, y al capitán Dusmet, en particular. Dado que esta aclaración no se produjo, entiendo que su periódico se ratificá en calificar al capitán Dusmet de "delincuente y cobarde".

Señor director yo no ...

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En la edición correspondiente al día 4 de octubre del diario de su dirección, publican dentro de la seccion Cartas al director, la titulada por ustedes El valiente capitán.

Tras su lectura, esperaba una aclaración de ustedes en el sentido de que no existió animus iniurandi al calificar como "delincuentes y cobardes" a los implicados en el sumario del 23 F, en general, y al capitán Dusmet, en particular. Dado que esta aclaración no se produjo, entiendo que su periódico se ratificá en calificar al capitán Dusmet de "delincuente y cobarde".

Señor director yo no soy golpista y desapruebo, total y absolutamente, la intentona del 23 F. La califiqué en su momento y la sigo calificando hoy como falta de ética, estética y eficacia.

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Pero ello no quiere decir que me parezca lícito el que desde tribunas como la que usted ocupa se encizañe el tema más de lo que ya lo está.

El capitán Dusmet, al que conozco desde hace más de ochoaños, pues realicé a sus órdenes las prácticas de alférez, no es ni un delincuente ni un cobarde; en consecuencia, creo que es de estricta justcia una rectificación pública por su parte.

En el caso de que ésta no se produzca, me ofrezco gustoso para que, en mi presencia, trate de delincuente y/o cobarde al capitán Dusmet García-Figueras. Obvio es decir que tal evento puede tener lugar donde, cuando y cómo usted prefiera, pues disfruto, gracias a Dios, de total libertad de movimientos.

Espero que por una vez no incurran en el habitual sectarismo y falta de originalidad de su periodico titulando esta carta, en el supuesto de que la publiquen, como El valiente abogado. Calificativo este, valiente, que jamás osaré atribuir ni a usted ni a su periódico./

Abogado. Madrid.

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