Cartas al director

El "chollo" de las oposiciones

A uno se le puede ocurrir un buen día la feliz idea de preparar unas oposiciones para el Ministerio de Educación y así buscar la seguridad, pero entonces puede ocurrirle lo siguiente:El 25 de octubre le mandan un telegrama diciéndole que tiene cinco días para incorporarse a Vizcaya para hacer las prácticas durante el curso escolar; claro, sin dietas ni nada parecido, y esto desde Jaén. Bueno, pues hay que andar pidiendo el cese en el trabajo que desempeñe, embalar los muebles, etcétera.

El año siguiente le dicen en julio que tiene su destino provisional en la provincia de Jaén, p...

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A uno se le puede ocurrir un buen día la feliz idea de preparar unas oposiciones para el Ministerio de Educación y así buscar la seguridad, pero entonces puede ocurrirle lo siguiente:El 25 de octubre le mandan un telegrama diciéndole que tiene cinco días para incorporarse a Vizcaya para hacer las prácticas durante el curso escolar; claro, sin dietas ni nada parecido, y esto desde Jaén. Bueno, pues hay que andar pidiendo el cese en el trabajo que desempeñe, embalar los muebles, etcétera.

El año siguiente le dicen en julio que tiene su destino provisional en la provincia de Jaén, pero no le dicen hasta el 25 de septiembre en qué sitio de la provincia lo tiene, y el 2, de octubre empieza de nuevo el curso.

La odisea no termina aquí, pues en julio del año siguiente sale en el BOE el concurso de traslados forzoso y entonces resulta que el nuevo destino es Vizcaya, teniendo que tomar posesión el 11 de septiembre, buscar piso por esas fechas y volver a primeros de octubre para empezar el curso (todo esto sin dietas, sin pagar traslado, etcétera).

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El año siguiente, ni se sabe...

Después de esto, qué creen que puede uno pensar: supongo que darle las gracias al señor ministro por la seguridad, lo bien que se organizan, lo contentos que nos tienen y, por supuesto, por las vacaciones que nos da. Muchas gracias, señor ministro./

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