Aplazado el ascenso del general Juste hasta la celebración del juicio del 23-F

El ascenso del general José Juste, el de mayor antigüedad entre los de división, a teniente general quedará en suspenso hasta la celebración del consejo de guerra por el golpe del 23-F, ya que por edad no le corresponde el pase a la reserva activa hasta después de las fechas previstas para la conclusión del mismo. Por el contrario, el Consejo de Ministros ascenderá el próximo viernes al general Joaquín Ruiz de Oña a teniente general.

En cuanto al teniente general Caruana, cuyo ascenso tuvo una acogida muy polémica en la opinión pública, se estima que su destino quedará aplazado también ...

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El ascenso del general José Juste, el de mayor antigüedad entre los de división, a teniente general quedará en suspenso hasta la celebración del consejo de guerra por el golpe del 23-F, ya que por edad no le corresponde el pase a la reserva activa hasta después de las fechas previstas para la conclusión del mismo. Por el contrario, el Consejo de Ministros ascenderá el próximo viernes al general Joaquín Ruiz de Oña a teniente general.

En cuanto al teniente general Caruana, cuyo ascenso tuvo una acogida muy polémica en la opinión pública, se estima que su destino quedará aplazado también hasta el juicio por la intentona golpista.Algunas fuentes aseguran que el juez instructor especial, José María García Escudero, intentó procesar al general Juste, pero después de un debate que duró algunos días, la superioridad se limitó a relevarle del mando de la División Acorazada Brunete número 1 que ostentaba cuando el 23-F, quedando así al arbitrio del Consejo Supremo de Justicia Militar, a resultas de la vista del juicio, el llamar la atención para que se resuelva lo procedente en torno a la discutida actuación del general Juste en aquellas jornadas.

Entre los datos que señalan como irregulares en el proceder del mencionado general están:

1. El no haberse puesto inmediatamente a las órdenes del capitán general de la I Región Militar, su mando superior jerárquico, al llegar sobre las 16.50 horas del 23-F al cuartel general de su División y darle cuenta inmediatamente de la situación que se había encontrado y de lo que allí estaba pasando.

2. El aceptar la presencia en su cuartel general del general Luis Torres Rojas, depuesto por la superioridad en el mando de dicha División. Además de las declaraciones formuladas parece deducir se una plena aceptación de los propósitos y manifestaciones de su jefe de Estado Mayor, coronel San Martín, a tenor de las cuales «ya se encargaría el general jefe de la III Región Militar, de quien no de pendía la División Acorazada, de dar cuenta de la situación al jefe natural inmediato de la misma, el jefe de la I Región Militar».

3. La evidente contradicción de su declaración con la del general Sabino Fernández Campo. Según el general Juste, fue él quien llamó al general Fernández Campo. Según éste, la llamada se hizo desde la Zarzuela, de acuerdo con su majestad el Rey.

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4. La omisión en su declaración sumarial de la conversación telefónica por llamada suya con el teniente general Milans del Bosch.

5. La justificación del jefe de la División Acorazada, publicada en la Prensa del 27 de agosto, insiste en que su actitud no fue de mera aquiescencia a las iniciativas del jefe de su Estado Mayor, sino la de mantener el mando efectivo de la División, «con las reservas mentales que me planteé». Medios profesionales estiman que ese proceder no corresponde a la de un verdadero jefe de la División más potente del Ejército español en quien el mando superior ha depositado su confianza plena.

Fuera de estas razones se recuerda que el general Juste presidió el consejo de guerra que condenó al teniente coronel Tejero y al entonces capitán Ynestrillas a penas mínimas por su proyectada operación Galaxia.

Destino, Zaragoza

El general de división Joaquín Ruiz de Oña, actual gobernador militar de Pamplona, será ascendido a teniente general en el Consejo de Ministros convocado para el próximo día 18 y probablemente destinado al mando de la V Región Militar, con sede en Zaragoza, según informaron a EL PAIS fuentes militares solventes. Otro ascenso al generalato que se da por seguro es el del coronel Félix Alcalá-Galiano, que actualmente manda la Primera Circunscripción de la Policía Nacional (Madrid).El coronel Alcalá-Galiano es el militar que las autoridades del Ministerio del Interior tienen reservado para ocupar la Inspección General de la Policía Nacional cuando su actual titular, el general de división José Sáenz de Santamaría, ascienda a teniente general. Alcalá-Galiano continuará en su puesto, aunque con mayor graduación, ya que la Inspección General de la Policía Nacional dispone en estos momentos de dos vacantes de generales de brigada. Las fuentes informantes han subrayado que los ascensos desde el grado de coronel son por elección, fuera del mecanismo automático de escalafones, y se producen por acuerdo del Consejo de Minístros, a propuesta del titular de Defensa.

Paralelamente, en relación con las declaraciones sumariales efectuadas por los procesados del 23-F, un prestigioso general en activo, con destino fuera de la guarnición de Madrid, señalaba recientemente a EL PAIS el sentimiento de tristeza que ha embargado a militares y civiles «ante la falta de gallardía de los procesados en el sumario del 23-F, salvo honrosas excepciones. Los implicados», añadía, «han tratado de escudarse en la obediencia debida al más alto nivel, en una serie de declaraciones contradictorias, inadmisibles en quienes visten uniforme, al que han desprestigiado tanto por la acción en sí como por la falta de veracidad en las declaraciones por ellos prestadas ante el juez instructor especial, lo que ha motivado que éste, a la vista de las numerosas y evidentes contradicciones de los declarantes, haya solicitado como prueba una serie de careos».

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