En Lemóniz se trabaja con normalidad, según los comités de empresa

Los comités de empresa de trabajadores de once importantes enypresas de contratas que construyen la central de Lemóniz han expresado, en un comunicado hecho público ayer, su descontento ante algunas de las informaciones últimas de la empresa Iberduero, de las que se desprende que la citada central se halla semiparalizada, y añaden que únicamente no trabaja un grupo muy reducido de técnicos, mientras que alrededor de 3.500 operarios realizan con toda normalidad los trabajos propios de su especialidad. Hace escasos días, Iberduero, por medio de un informe público, solicitaba apoyo político para...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los comités de empresa de trabajadores de once importantes enypresas de contratas que construyen la central de Lemóniz han expresado, en un comunicado hecho público ayer, su descontento ante algunas de las informaciones últimas de la empresa Iberduero, de las que se desprende que la citada central se halla semiparalizada, y añaden que únicamente no trabaja un grupo muy reducido de técnicos, mientras que alrededor de 3.500 operarios realizan con toda normalidad los trabajos propios de su especialidad. Hace escasos días, Iberduero, por medio de un informe público, solicitaba apoyo político para terminar la central nuclear de Lemóniz, habida cuenta de la escasez de energía propia en Euskadi, y basando tal petición en las dificultades con que cuentan las obras de conclusión de dicha central por la resistencia a su trabajo de los grupos de técnicos de puesta en marcha y explotación de la central. Venía así Iberduero a insistir una vez más en la supuesta paralización de las obras.

Los trabajadores de las empresas de contratas Cae, Ibemo, Tamoín Elecnor, Abengoa, Ytasa, Entrecanales, Celesat, Maruri, Abella y Rabanal salen al paso de estas informaciones de Iberduero, aparecidas en toda la Prensa local, «ya que», afirman, «son tendenciosas, intentan confundir a la opinión pública, presionar a las instituciones y, por último, atemorizar a los trabajadores».

Archivado En