Los trabajadores brasileños deciden crear un sindicato unitario

Cerca de 5.000 delegados sindicales llegados de todas las zonas de Brasil decidieron el pasado domingo crear una Central Unica de Trabajadores, cuyo congreso constitutivo se celebrará dentro de un año.Desarrollado cerca de Santos, el puerto de Sáo Paulo, este es el primer gran encuentro de trabajadores brasileños desde el golpe de Estado de 1964.

La reunión de Santos se ha preparado durante cinco meses, y los observadores consideran que supone un cambio de rumbo en la historia del movimiento sindical del gran país latinoamericano. El cónclave, denominado Conferencia de la Clase Obrera (...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cerca de 5.000 delegados sindicales llegados de todas las zonas de Brasil decidieron el pasado domingo crear una Central Unica de Trabajadores, cuyo congreso constitutivo se celebrará dentro de un año.Desarrollado cerca de Santos, el puerto de Sáo Paulo, este es el primer gran encuentro de trabajadores brasileños desde el golpe de Estado de 1964.

La reunión de Santos se ha preparado durante cinco meses, y los observadores consideran que supone un cambio de rumbo en la historia del movimiento sindical del gran país latinoamericano. El cónclave, denominado Conferencia de la Clase Obrera (Conclat), ha reunido a representantes de más de 350 sindicatos y asociaciones urbanas y rurales.

Seis tenias principales integraron el orden del día: el derecho al trabajo, el sindicalismo, la seguridad social, la política salarial y económica, la política agraria y los grandes problemas nacionales.

El debate se ha centrado, sobre todo, en los problemas que atañen más directamente al mundo obrero y sindical: el derecho de huelga -que no estaría condicionado al fallo de un tribunal laboral-, la reforma agraria, el salario mínimo nacional, la creación de una Asamblea Nacional Constituyente y, como telón de fondo de la reunión, la defensa de la autonomía y la libertad de los sindicatos y la Central Unica de Trabajadores.

Los delegados han nombrado una comisión de 54 miembros que representa al atomizado sindicalismo brasileño, polarizado entre el Partido de los Trabajadores (PT), de Luis Ignacio da Silva, Lula, y el ilegal Partido Comunista Brasileño (PCB).

Uno de los elementos que dividen a los representantes de los trabajadores es la eventualidad de una huelga nacional, a la que se opone el PCB, y que cuenta con el apoyo de PT, el partido comunista prochino y los sectores radicales de la Iglesia.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El Gobierno de Brasilia no ha interferido en los trabajos de este cónclave sindical, cuya celebración es ilegal en teoría.

El sentimiento de los medios sindicales es que la Administración se desentiende del creciente número de parados. Sólo en el gran Sao Paulo hay más de 700.000 desempleados, de un censo de cuatro millones de trabajadores.

Archivado En