La Iglesia polaca se ofrece como institución para la salvación nacional

El nuevo primado de Polonía, Jozef Glemp, declaró ayer en el monasterio de Jasna Gora, en Czestocha, que la Iglesia polaca "quiere ser una institución de salvación nacional".Ante centenares de miles de peregrinos, llegados de todo el país, para honrar a la vírgen negra, patrona de Polonía, el primado hizo un llamamiento "a los intelectuales, profesores, científicos, estudiantes, sea cual sea su punto de vista, para que se unan a esta obra de salvación nacional a la que SC adhlere la Iglesia y toda su jerarquía".

Con interioridad, el prirnado había comparado Polonia "con un barco ...

El nuevo primado de Polonía, Jozef Glemp, declaró ayer en el monasterio de Jasna Gora, en Czestocha, que la Iglesia polaca "quiere ser una institución de salvación nacional".Ante centenares de miles de peregrinos, llegados de todo el país, para honrar a la vírgen negra, patrona de Polonía, el primado hizo un llamamiento "a los intelectuales, profesores, científicos, estudiantes, sea cual sea su punto de vista, para que se unan a esta obra de salvación nacional a la que SC adhlere la Iglesia y toda su jerarquía".

Con interioridad, el prirnado había comparado Polonia "con un barco a la deriva en el que cada cual malicia el timón a su antojo". Junto al obispo de Wroclaw, Gulbinowicz, el primado, casi gritando, dijo en la homilía de la misa solemne: "Debemos hacer todo lo posible, con todas nuestras fuerzas, esforzándonos al máximo por la salvación de la patria. En ese ixiomento es cuando Dios intervendrá y realizará un milagro".

El priniado Glemp solicitó, asimismo, a todos los ciudadanos que se dediquen al trabajo y expresó su inquietud por las diversas "marchas" organizadas en el país para los próximos días, a pesar de la negativa del sindicato libre Solidaridad de participar en las rnismas v la amenaza del Gobierno de impedirlas "por todos los medios posibles".

Entre tanto, algunos conflictos locales han estallado entre Solidaridad y las autoridades, como es el caso de Huta-Katowice, donde el Gobierno ha decretado el cierre de la imprenta del sindicato independiente donde se imprimía El sindicalista libre, a raíz de la confección de varias caricaturas catalogadas como "antisoviéticas", y que mereció un comentario del periódico del ejército polaco Zolnierz Wolnosci, que calificó el hecho como "un modo de pensar excepcionalmente peligroso: la confesión de sentimientos antisoviéticos contrarios a los intereses más vitales de nuestra nación".