Cheysson se muestra prudente en el tema del Sahara occidental

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson, llegó ayer a Argel, en visita oficial, en el contexto de una mejora sensible de las relaciones argelino-francesas. Tras afirmar, prudentemente, que trataría del conflicto del Sahara occidental, "solamente si es evocado por mis interlocutores argelinos", el ministro subrayó que la Francia de Mitterrand se considera "solidaria y próxima a Argelia".Recibido por el actual titular de la cartera de Finanzas, Mohamed Hadj Yala -un hombre que parece ascender rápidamente en la jerarquía argelina y podría desempeñar la próxima dirección del Gob...

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El ministro francés de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson, llegó ayer a Argel, en visita oficial, en el contexto de una mejora sensible de las relaciones argelino-francesas. Tras afirmar, prudentemente, que trataría del conflicto del Sahara occidental, "solamente si es evocado por mis interlocutores argelinos", el ministro subrayó que la Francia de Mitterrand se considera "solidaria y próxima a Argelia".Recibido por el actual titular de la cartera de Finanzas, Mohamed Hadj Yala -un hombre que parece ascender rápidamente en la jerarquía argelina y podría desempeñar la próxima dirección del Gobierno, según algunas fuentes dignas de crédito, el jefe de la diplomacia gala subrayó que su visia, la primera de un ministro del Gabinete socialista galo a Argelia, estará dedicada, en primer lugar, al examen de las relaciones bilaterales.

En materia internacional, Cheysson dijo que abordaría el nuevo orden económico, las perspectivas de cooperación con el Tercer Mundo, los proyectos del Gabinete socialista francés, los problemas del mundo árabe y las cuestiones africanas.

Pero lo más significativo de las declaraciones de Cheysson (quien transmitirá al presidente argelino, Chadli Bendjdid, un mensaje personal de Mitterrand) fue su prudencia al evocar el tema del Sahara, en una manifiesta voluntad de no comprometer la segunda parte de su visita, que le llevará hoy, domingo, a Rabat.

Con todo, esta visita a Argel de Claude Cheysson coincide con la apertura de conversaciones, en París, entre una delegación del Frente Polisario y otra del Partido Socialista galo, quien aboga por el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui bajo la dirección del frente independentista.

La razón de Estado parece haber llevado a Cheysson a moderar el contenido de sus declaraciones sobre el conflicto, al menos a su llegada a Argel, antes de concluir una serie de deliberaciones con los responsables argelinos.

Las relaciones económicas entre los dos países están en auge tras el cambio de Gobierno en Francia y la voluntad expresada por aquél de mejorar las condiciones de estancia de los 800.000 argelinos que trabajan en Francia.

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Los primeros gestos de París en este sentido han consistido en suspender las medidas de expulsión que habían sido tomadas contra varios de ellos y en admitir que el proceso de repatriación de los trabajadores no será forzoso, sino voluntario, y facilitar la emisión de certificados de residencia a los argelinos.

Estas medidas no han dejado de sensibilizar a una dirección argelina que estima feliz el cambio de Gobierno en París y se siente identificada con buen número de los principios de la política exterior de Mitterrand.

En Rabat, según informa nuestro corresponsal Domingo del Pino, las autoridades temían que las conversaciones que inicia esta tarde Cheysson se viesen comprometidas por la presencia de una delegación de la Internacional Socialista (IS), encabezada por dos franceses, que investiga los sucesos ocurridos en Casablanca en mayo. Por este motivo, el Gobierno marroquí decidió obviar el problema concediendo un cierto carácter oficial a la estancia de la representación de la IS.

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