Habrá más colaboración policial y judicial franco-española

Las infracciones cometidas en territorio francés, que guarden relación con los delitos perpetrados en suelo español, serán perseguidas en lo sucesivo con mayor intensidad que hasta ahora por las autoridades galas. Este es el resultado más interesante de la entrevista mantenida ayer por los ministros de Justicia de ambos países, según la versión del español, Francisco Fernández Ordóñez, informa nuestro corresponsal en París, .Desde «posiciones encontradas», ambos ministros insistieron en que el tema de las extradiciones no debe considerarse aisladamente respecto al conjunto de las relacione...

Las infracciones cometidas en territorio francés, que guarden relación con los delitos perpetrados en suelo español, serán perseguidas en lo sucesivo con mayor intensidad que hasta ahora por las autoridades galas. Este es el resultado más interesante de la entrevista mantenida ayer por los ministros de Justicia de ambos países, según la versión del español, Francisco Fernández Ordóñez, informa nuestro corresponsal en París, .Desde «posiciones encontradas», ambos ministros insistieron en que el tema de las extradiciones no debe considerarse aisladamente respecto al conjunto de las relaciones entre los dos países. El ministro de Justicia francés, Robert Badinter, atribuyó la máxima importancia a la «futura colaboración policial y judicial», para potenciar la cual el próximo otoño se iniciaría la redacción de una nueva convención franco- española.

Fernández Ordóñez, tras almorzar con su colega francés y conversar durante tres horas, paseando por los jardines de la plaza de Vendôme, manifestó que «son duros estos franceses», y añadió que «a nivel personal nos hemos entendido perfectísimamente aunque defendiendo a veces intereses distintos».

Robert Badínter fue miembro del equipo que defendió a los refugiados vascos Martín Apaolaza y Mlkel Goikoetxea, en 1979, y está especializado en temas de extradición. Es ardoroso partidario de la abolición de la pena de muerte, en vigor todavía en Francia. Badinter defendió también al letrado Klaus Croissant, cuya extradición fue obtenida por la República Federal de Alemania.

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