Cartas al director

La amenaza de cierre del colegio Agora

La asociación de padres de alumnos y el claustro de profesores del centro Agora consideran de atropello administrativo la oficiosa comunicación, por parte del Ministerio de Cultura, en torno al cierre del colegio Agora, por cuanto adolece de preaviso normativo y las razones expuestas no tienen suficiente base argumental.El centro Agora y el colegio universitario Cardenal Cisneros forman un mismo colectivo (existen presupuestos y documentación oficial que lo demuestran) y no existe documento oficial alguno que los separe.

La junta de padres se pregunta el porqué de la amena...

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La asociación de padres de alumnos y el claustro de profesores del centro Agora consideran de atropello administrativo la oficiosa comunicación, por parte del Ministerio de Cultura, en torno al cierre del colegio Agora, por cuanto adolece de preaviso normativo y las razones expuestas no tienen suficiente base argumental.El centro Agora y el colegio universitario Cardenal Cisneros forman un mismo colectivo (existen presupuestos y documentación oficial que lo demuestran) y no existe documento oficial alguno que los separe.

La junta de padres se pregunta el porqué de la amenaza de cierre para el Agora y la autorización tácita para el Cardenal Cisneros. Mientras se ponen toda clase de impedimentos al Agora para las preinscripciones (a pesar de lo cual suman más de 350), el Cardenal Cisneros está formalizando matriculaciones.

La junta de padres se pregunta el porqué de esta amenaza a un centro que ha sido oficialmente homologado el curso pasado, después de varios años de funcionamiento.

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Cultura alega la condición de deficitario cuando sabe que, en su caso, este déficit no llegaría ni al 10% del que produce el Cardenal Cisneros (además el centro Agora puede demostrar que se autofinancia con sus propios alumnos). Y de consumarse el posible cierre del Agora y carecer de sus aportaciones, ¿acaso no sería mayor ese déficit? Solamente podemos entender una obstinada actitud personal bajo desconocidos motivos, cuando se deniega la prórroga solicitada.

Los máximos mandatarios de Cultura han hecho oídos sordos a los innumerables escritos remitidos y a las muchas peticiones de audiencia solicitadas, a tenor de las graves consecuencias (algunas de ellas irreparables) que esta actitud pudiera deparar.

Esta obstinada actitud produce un general disgusto y provoca la general repulsa hacia los que se supone deberían ser el reflejo fiel del espíritu de una Constitución en cuyo mantenimiento estamos todos comprometidos. Y, al decir todos, hacemos verdaderos esfuerzos para no admitir vigentes privilegios de bula.

Estos alumnos, que a la vuelta de unos meses tendrán derecho al voto electoral, a buen seguro no lo entregarán a quienes desprecian con su silencio las demandas de unos derechos ciudadanos, no ya como padres de alumnos, sino como componentes de un colectivo de contribuyentes que con sus impuestos ayudan a su sostenimiento.

Esta actitud solamente depara la siembra de votos contra UCD y su Administración. Y no sólo son los votos de los alumnos, sino los de toda una cadena que es generada por actos carentes de responsabilidad ciudadana.

A las fechas del 20 de junio, Cultura sigue manteniendo que su comunicación no supone acto administrativo, sino el aviso de un posible cierre, Hace ya tiempo que no existen plazas escolares en los pocos centros de la zona. El problema ciudadano y sus consecuencias parecen no afectarles.

La junta de padres espera del máximo mandatario de Cultura se conciencie del asunto y obre en consecuencia. y 257 firmas más de padres de alumnos.

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