Defensa de los animales

Ya se sabe que una de las aficiones más arraigadas en el ser humano es la de autodestruírse y destruir también a los demás seres vivos que le rodean, y, para ello, el hombre busca las más variadas excusas, y pongo como ejemplo la última: ha aparecido en algunos medios informativos la noticia de que los pájaros y los perros son los portadores del virus o bacteria de la neumonía atípica.A Dios gracias, la noticia ha sido ya desmentida por Televisión Española, pero ¿cuántos animales habrán sido abandonados o asesinados por estúpidas e ignorantes personas, prestas siempre a dar oído a las cosas má...

Ya se sabe que una de las aficiones más arraigadas en el ser humano es la de autodestruírse y destruir también a los demás seres vivos que le rodean, y, para ello, el hombre busca las más variadas excusas, y pongo como ejemplo la última: ha aparecido en algunos medios informativos la noticia de que los pájaros y los perros son los portadores del virus o bacteria de la neumonía atípica.A Dios gracias, la noticia ha sido ya desmentida por Televisión Española, pero ¿cuántos animales habrán sido abandonados o asesinados por estúpidas e ignorantes personas, prestas siempre a dar oído a las cosas más absurdas e inverosímiles, en estos últimos días?

Y todo por el típico «mal entendido» (¿o habrá sido hecho expresamente por ese sector de periodistas que, con tal de servir al sensacionalismo, arrastran a quien sea a la ruina o a la muerte?), y la tergiversación de las declaraciones del doctor Muro, quien preguntado sobre su teoría del origen de la neurrionia atípica dijo que le sospechaba una procedencia de tipo digestivo, y que incluso perros y pájaros podían verse contagiados y contraer el mal, ni más ni menos que como el ser humano, pero no que fueran el origen del mismo. Además, ¿cómo puede saberse de dónde proviene el mal, si ni siquiera se sabe qué lo provoca?

En fin, señor director, que una vezmás se ha hecho patente la estupidez, ignorancia y cobardía de un sector del pueblo español que, nuevarnente, no ha dudado en hacer pagar a seres inocentes su impotencia y su pánico. /