Carácter patológico de la cárcel como "fábrica" de delincuentes

Todas las instituciones estudiadas en las I Jornadas de Psicopatología Institucional, celebradas en Oviedo añaden patología a sus internados e inciden negativamente en su proyecto de futuro, lo que contradice v nieca las funciones que virtualmente se les atribuyen: curadora y rehabilitadora, reeducadora y reformadora.

Se ha constatado, por el contrarío, que a esas instituciones se les hace el encarao de aestionar de forma técnica grados diversos de miseria y marginación social. La familia aparece como mediadora de la gestión y como confección de esa miseria.

Estas son algunas...

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Todas las instituciones estudiadas en las I Jornadas de Psicopatología Institucional, celebradas en Oviedo añaden patología a sus internados e inciden negativamente en su proyecto de futuro, lo que contradice v nieca las funciones que virtualmente se les atribuyen: curadora y rehabilitadora, reeducadora y reformadora.

Se ha constatado, por el contrarío, que a esas instituciones se les hace el encarao de aestionar de forma técnica grados diversos de miseria y marginación social. La familia aparece como mediadora de la gestión y como confección de esa miseria.

Estas son algunas de las conclusiones de las jornadas a las qu llegó un plenario después de analizar golobalmente las aportaciones comunicaciones presentadas en Oviedo durante dos jornadas de trabajo, en las que interviniero más de doscientos participantes entre ellos el antisiquiatra surafri cano David Cooper (véase EL PAIS de 27-5-1981). Las jornada fueron organizadas por la Asociación Española de Neuropsiquiatría y la división de Filosofía Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo.

Las condiciones de vida en la instituciones analizadas produce afectaciones de la personalidad especialmente a través de los pro cesos de mortificación del yo y en la creación de seudoidentidades. La verdadera patología de la cárcel es precisamente ser fábrica de delincuentes. Una encuesta realizada con reclusos del País Valenciano arrojó el siguiente resultado: el 47% de los reclusos afirmó que saldría más hundido, el 25% dijo que abandonaría la prisión más cabreado, 18% que saldría mejor y el 8,6%, igual.

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