Irlanda del Norte se radicaliza políticamente

Los irlandeses del Ulster, según demuestran los resultados definitivos de las elecciones locales que acaban de celebrarse, se han polarizado en torno a los partidos más extremistas, coincidiendo con la muerte de un cuarto huelguista de hambre del Ejército Republicano Irlandés (IRA), Raymond McCreesh, de veinticuatro años, cuyo entierro multitudinario se celebró ayer tarde en su pueblo natal, Camlough (cerca de la frontera con la República de Irlanda).

El gran vencedor de los comicios ha sido el reverendo Ian Paisley, jefe de fila de los protestantes del Partido Unionista Democrático...

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Los irlandeses del Ulster, según demuestran los resultados definitivos de las elecciones locales que acaban de celebrarse, se han polarizado en torno a los partidos más extremistas, coincidiendo con la muerte de un cuarto huelguista de hambre del Ejército Republicano Irlandés (IRA), Raymond McCreesh, de veinticuatro años, cuyo entierro multitudinario se celebró ayer tarde en su pueblo natal, Camlough (cerca de la frontera con la República de Irlanda).

El gran vencedor de los comicios ha sido el reverendo Ian Paisley, jefe de fila de los protestantes del Partido Unionista Democrático. El Partido de la Alianza, que predica la reconciliación entre las comunidades católica y protestante, ha perdido la mitad de su audiencia. En cambio, el Partido de la Independencia, que apoya a los presos republicanos ha mejorado sensiblemente sus resultados. El Sinn Fein (rama política del IRA Provisional) no presentó candidatos a estas elecciones, bajo el argumento de que las instituciones creadas por los británicos no poseen ningún carácter representativo.

El entierro del joven McCreesh contó con «honores militares», a cargo de uniformados del IRA. El féretro iba envuelto en la bandera tricolor republicana (verde, naranja y blanca) y fue llevado a hombros por los cuatro hermanos del huelguista fallecido. Tras él marchaban doscientos hombres, siete militantes del IRA con los rostros cubiertos, doce mujeres enlutadas y con gafas oscuras y ocho jóvenes republicanos, también enmascarados.

Entre las decenas de miles de personas que asistieron al entierro figuraban los familiares de los otros tres presos del IRA que perdieron la vida en huelga de hambre.

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